Su película es más rica en la creación de climas y atmósferas que en diálogos. Cassel siempre tiene un gesto que sorprende, y esto le viene a la película como anillo al dedo.
Es inobjetable desde cómo está realizada, y técnicamente es irreprochable. La controversia se abre desde lo ideológico. Y allí cada uno sabe qué opinar.
Es esta una de esas películas en las que las actuaciones superan con creces las situaciones y diálogos. La comedia se mueve entre lo disparatado, lo burdo, lo soez y lo meramente superficial.
Rara, pero no extravagante, compleja y para nada complaciente, 'Crimes of the Future' nos deja peor que como entramos al cine. La indiferencia no es posible.
La tensión es constante, hay algo entre la perversión, el deseo y el placer que se conjugan como un combo explosivo, todo lo que es muy bien orientado por la realizadora.
Ramin Bahrani mantiene el tono sombrío de la novela de Bradbury. Su adaptación de 'Fahrenheit 451' presenta un enfoque más tecnológico en comparación con la versión de Truffaut, además de ser considerablemente más violenta. Sin embargo, el espíritu de la obra original se conserva.
Alex de la Iglesia se manifiesta en su mejor estilo; como en sus películas más destacadas, 'Las brujas' se presenta como una obra desprejuiciada, anárquica, envolvente e intensa.
Ciencia ficción que recuerda en gran medida al primer Terminator, con intensos tiroteos y un mar de muertos. La violencia es extrema y se siente una profunda sed de venganza, acompañada de sacrificios y un notable duelo interpretativo entre Gordon-Levitt y Willis.