Malhabladas, sexies y violentas, las chicas se ponen salvajes en un cóctel potente para desprejuiciados, un relato sobre la moral y lo amoral lo suficientemente abierto para que el espectador apruebe o desapruebe tamaña festichola de estímulos.
Un filme que combina un estilo lacónico, propio del cine rioplatense, con otro más expansivo. Aunque no busca ser popular, revela sus raíces a través de sus obsesiones, su puesta en escena y su intención de distanciarse del relato costumbrista y patético.
Es sinceramente un logro que una película sobre un tema tan difícil y arduo no caiga en simplismos ni discursos altisonantes. La información se va revelando de a poco al público, que entra a la trama como si estuviera dentro de esa casa.
Elude el sentimentalismo típico de Hollywood, del cual es fácil caer víctima. El debutante Garth Davis, proveniente del cine publicitario, intenta evitar los momentos de manipulación emocional, aunque finalmente no logra escapar de ellos.
El guion es bastante simple y el espectador, si presta atención, pronto se dará cuenta de que cada evento tiene una razón de ser y, en ocasiones, beneficia a los protagonistas. Sin embargo, no logra evitar que el aburrimiento se haga presente.
Técnicamente es irreprochable, y filmar a animales, por más entrenados que estén, no habrá resultado sencillo. Y las actuaciones no viran hacia el melodrama, lo cual hubiera sido contraproducente. Es una opción, no sólo para llevar a los más chicos.
El despropósito en The Last Face es mayúsculo. Las atrocidades de las guerras civiles internas en los países africanos son exhibidas con lujo de detalles.
'Hojas de otoño' es una comedia cinematográfica al estilo característico de Kaurismäki. No resulta sencillo crear una comedia que, aunque algunos puedan considerar inexpresiva, logre transmitir emociones genuinas.