Las actuaciones son lo mejor del filme, que se ve con simpatía, y que sin ser una obra redonda cumple con el propósito de entretener, con giros en la trama y sí, la presencia de sus estrellas.
El complot, tanto aquí como en 'Asesinato...', está bien aceitado. Y los manierismos de Poirot son toda una delicia. Compro más a Branagh como el protagonista que como el director, porque la película se deja ver, sí, las dos horas y minutos pasan volando.
El discurso del rey presenta una calidad tan impecable que, en ciertos momentos, se puede notar que estamos ante una pantalla y se aprecian algunas costuras. Sin embargo, es un trabajo digno de un orfebre.
De ritmo implacable, que hace que no se noten las tres horas que dura, 'Oppenheimer' es un espécimen raro del Hollywood actual, el que seguramente le llenará de candidaturas al Oscar.
Dibujada a mano por humanos y no por computadoras, la película se ha dicho que combina algunos hechos de la propia infancia de Miyazaki, un cineasta que si en verdad se retira, lo ha hecho con un canto de cisne. Enredado, perturbador y fascinante.
Es una película desprejuiciada, con un “mensaje” a favor de la vida, una comedia provocativa, que busca precisamente eso. Descolocar al espectador, y bien que lo hace.
Wright se muestra más patriótico que Spielberg en 'The Post', lo cual es significativo. La película es buena y, por supuesto, se ve favorecida por la nominación al Oscar.
'Aliados' es, en ocasiones, un auténtico disparate. Con el transcurso de la trama, los elementos ilógicos se multiplican. La expresión de Pitt contrasta notablemente con la falta de seriedad de un guion rudimentario, que presenta personajes superficiales y principales sin sustancia.
Hacía tiempo que el director de 'La leyenda del Jinete sin cabeza' no lograba combinar de manera tan efectiva una narrativa con imágenes perfectamente diseñadas y coherentes en su universo.
'Suite francesa' presenta a los nazis de una manera menos negativa, ya que no todos son retratados como monstruos. También hay franceses que demuestran ser ruines, traidores y amorales. Cuando en una película los antagonistas exhiben ciertos rasgos de humanidad, la historia se vuelve más cautivadora.
Ninguno de los intérpretes logra convencer del todo. Styles intenta lo mejor que puede, pero quien realmente sufre es Pugh, quien ha demostrado ser una actriz talentosa. Sin embargo, es claro que si el libreto no colabora y la dirección brilla por su ausencia, no hay actuación que salve la situación.
Si se hace largo, no es porque se haya excedido en el rodaje o la edición, sino porque por momentos la historia parece desarrollarse en círculos. Sorkin es muy buen dialoguista, y quizá sea mejor guionista que realizador.