Es misteriosa y silenciosa, pero aderezada con algo caprichoso e incluso juguetón; es una de esas películas manifiestamente serias que se aprecian mejor con sentido del humor.
Andersson como director es simplemente asombroso. Ha logrado crear un ciclo de cine épico completamente singular que debe ser experimentado para ser realmente apreciado.
Impresionante interpretación de Spall. Combina la intimidad doméstica con una búsqueda épica, además de poseer una cualidad lírica y misteriosa que permea cada escena, ya sea trágica o cómica.
John Lithgow realiza un trabajo aceptable y Rush destaca como el único actor convincente en un papel principal. Sin embargo, ambos no logran aportar la vitalidad necesaria a una película que resulta insatisfactoria y superficial.
Probablemente la parte más impactante de la película ocurre casi al principio, con los impresionantes retratos en primer plano de los protagonistas, especialmente de Shackleton.
Una película divertida que empieza con garra y se convierte en un thriller de misterio y comedia, y que cuenta con unas excelentes interpretaciones de Foxx, John Boyega y Teyonah Parris.
No es lo suficientemente divertida ni emocionante. Es el tipo de película que funcionaría mejor como un programa de televisión ligero de domingo por la noche.
Completamente seductora, divertida y romántica. Parte de la fascinación de ver esta película es disfrutar nuevamente de esas tres extraordinarias voces, que aunque sean fácilmente imitables, son totalmente únicas.
Es tan aterradora como entretenida. La tensión presente en las escenas iniciales es espectacular, al igual que la representación del 'perro siniestro' que fundamenta toda la trama.
La famosa cara de Stallone parece más asimétrica que nunca. El desafortunado efecto que se logra es como si un ángel de la muerte tuviera a Rocky atrapado con un anzuelo, arrastrándolo hacia él.
Interesante película cuyos ardides no son tan potentes como podrían haber sido, pero que ofrece algunos sustos de cierto nivel, con vagos ecos de Ruben Östlund o Michael Haneke.
Impresionante y con estilo, esta película logra captar la atención del espectador de manera efectiva. Su ejecución es notable y cada elemento está cuidadosamente diseñado, lo que contribuye a una experiencia visual cautivadora.