Todo en esta secuela de 'Spirit, el corcel indomable' resulta ser demasiado suave, ligero y excesivamente agradable. Es un ejemplo de lo que se conoce como un filme de buenos sentimientos.
Un atrevido y logrado cruce de 'thriller', comedia romántica, comedia negra y una reflexión sobre la verdadera identidad. Un brillante juego de espejos que se burla de todas las convenciones.
El filme fluye bastante bien al fusionar al individuo con el paisaje; sin embargo, habría sido preferible tener menos recuerdos y centrarse más en el presente, priorizando la superación en lugar de la rememoración.
Crónica en dibujos animados de una aventura real que ofrece diversas licencias creativas. En los créditos iniciales se menciona que la película está basada en hechos reales. El estilo de dibujo es muy elegante y atractivo.
Bollaín evita el panfleto y el exceso dramático, optando por la contención para abordar el encuentro entre la mujer de Juan Mari Jáuregui y los etarras que asesinaron a su marido.
No es tanto una película de acción como un culebrón medieval excepcionalmente enrevesado y a ratos cercano al tipo de parodia que popularizó Monty Python.
Es una película más o menos tradicional de hazañas bélicas, más cruda y visceral, eso sí, y tiene su mayor interés en la forma de mostrar las relaciones, primarias y de supervivencia.
Destaca por su temple dramático. No abusa nunca de los momentos fuertes y prefiere contarlo todo desde la mesura. Todo bien engarzado y sumamente efectivo.
Muy manipuladora emocionalmente, parece construida para el lucimiento de Dani Rovira en su empeño, de momento no logrado, por dejar la comedia y demostrar que sirve para el drama.
La vida de Liliana Pereira se desarrolla en dos tiempos. La primera parte, aunque moderada, se presenta como un relato bastante convencional. En el tiempo presente, los contrastes entre las ideas y estilos de vida se vuelven más valiosos e interesantes.
Relato de intriga sin sorpresa. Un relato de espionaje que resulta bastante desvaído, y las escenas de acción o de choque están resueltas con menos pericia de lo habitual.
Todo cuadra en el actual cine teológico de Hollywood: aquí es también una Roma violenta y cruel en la que los cristianos o bien son despedazados en la arena o queman como antorchas humanas en las calles.
Resulta fascinante reconstruir su meteórica carrera y escuchar cómo explora sus recuerdos más dolorosos. Las imágenes de archivo son excelentes y aportan una gran profundidad a la narrativa.
Los aires de telefilme no benefician a la intensidad dramática de esta historia que nunca acaba de alcanzar la fuerza necesaria salvo en algunas secuencias. Lo mejor del filme reside en Sophie Nélisse.
El documental presenta una estética sencilla, reflejando la aparente simplicidad con la que Labordeta vivió su vida. Incluye una valiosa colección de películas familiares y domésticas que aportan un toque personal a su retrato.
Maíllo aparece constantemente para certificar la verdad de su trabajo, pero el procedimiento del filme nos acerca por momentos a las técnicas del falso documental, dejándonos más intrigados aún por el personaje.