Puede que haya un desequilibrio entre la elaboración de una tensión más sutil y ciertos excesos en el guion. La película realmente brilla cuando los personajes están inciertos sobre lo que les aguarda.
Un gran Depardieu interpreta a un comisario lleno de tristeza y melancolía. Leconte se centra en dar vida a un personaje icónico en lugar de ofrecer una trama de misterio.
Aunque los policías son los principales protagonistas, la obra se enfoca más en el drama del grupo humano que en el thriller. La estructura es clara y concisa, con actuaciones bien logradas, aunque algunos elementos del guion resultan algo discordantes.
La película es igualmente fascinante y densa; hipnotiza y aturde, pero presenta una claridad en su exposición que falta en documentales recientes sobre la crisis económica.
El ritmo es veloz, fusionando la estética de la 'sitcom' con el encanto de la 'screwball comedy'. La serie no solo entretiene, sino que también ofrece lecciones valiosas, logrando el equilibrio entre educar y divertir.
Quizás el único encanto del filme radica en su esencia amateur, ya sea de forma natural o deliberada. A pesar de su apariencia oscura, el resultado es sorprendentemente poco perturbador.
Rodríguez presenta una fascinante combinación de estilos que abarca desde el costumbrismo rural hasta lo fantástico, incluyendo elementos de parodia, una crítica social y destellos de surrealismo.
Von Horn utiliza un estilo que oscila entre la moderación y la intensidad, analizando y reflexionando sin imponer juicios, lo cual es apropiado para este tipo de films.
Muchos ingredientes no son utilizados de manera adecuada, lo que lleva a un resultado que se sitúa entre el remake, el pastiche y una broma sin sentido, muy alejado de la tensión y el humor negro que caracterizaba a la obra original.
Breillat, en un notable ejercicio de contención, evita en todo momento la melodramaticidad. Cada escena crucial de la película es capturada con planos muy cerrados, lo que intensifica la experiencia del espectador.
El director parece haber puesto poco esfuerzo en su nueva película de zombis, que se aleja de lo habitual. Aunque contiene elementos de terror 'gore', se presenta más como un filme de acción con toques de comedia.
Carece de la originalidad del anterior filme. Es más vertiginosa y contiene más acción por metro cuadrado, pero no sorprende como aquella. Se presenta como un relato trepidante, a pesar de tener poca tensión dramática.
Ya no opera con la misma exactitud que en su primera entrega. Los nuevos episodios se ven afectados por un exceso de bromas, situaciones ridículas y un humor poco sutil en las aventuras del padre descontrolado y su conservadora progenie.
La joven directora lituana Marija Kavtaradze destaca por su paciencia al desarrollar de manera gradual la conexión entre los personajes. Es una obra simple que aborda una relación llena de matices.
La tensión en el filme se presenta de forma sutil en ciertas escenas, mientras que en otras, es más directa. Aunque se puede considerar un trabajo menor de Polanski, esto no implica que su calidad como autor haya disminuido.
Es una obra breve que presenta una combinación de elementos saludables. Oakley narra una historia de crecimiento, generando una atmósfera que resulta más inquietante de lo que realmente es.