Concisa aunque con algunas veleidades estetizantes, esta biografía de la escritora Marie de Régnier es una reivindicación del sexo y la curiosidad por el cuerpo.
Es una película biográfica que se adentra en las áreas más complejas y dolorosas de la vida del artista retratado. Las actuaciones son sólidas, aunque la narrativa se siente plagada de clichés.
Gray configura una de sus obras más atrevidas y a contracorriente, quizás no tan redonda como sus thrillers melodramáticos, pero igualmente intensa, bella y personal.
La sensación es que se han eliminado pasajes quizás no tan superfluos para entender mejor los vaivenes de la pareja. El director pinta bien el contexto histórico.
Un sugerente ejercicio sobre perspectivas complementarias en el que resulta primordial el trabajo con el blanco y negro y el color, por separado o mezclado en algunos encuadres.
Es tan crítica y cínica como humorística y evasiva, un muestrario ingenioso e inteligente del humor que viene desplegando Dumont mezclado con elementos procedentes del cine cómico mudo.
Hay filmes que se basan esencialmente en el choque actoral, muy por encima de tramas. El problema es que a medida que avanza, la película se reduce a ese juego interpretativo.
Su director se pierde un tanto en los laberintos de la ambiciosa trama, y cuando encuentra el tono, lo hace demasiado amable y transparente. Muchos elementos, no siempre bien ensamblados, que diseñan un conjunto bastante entretenido.
Es el estigma de las dos Españas, aunque representado de una forma distinta en la que el director, elegante y a la vez tenso, no carga las tintas sino que busca ese punto medio perfecto.
Lo más interesante, además de su sencilla técnica de animación, reside en la visión nada complaciente que da de Buñuel y de algunos de los métodos que utilizó para reconstruir una realidad atávica.
El peculiar juego de gato y ratón se extiende durante buena parte de la película, hasta que el castillo deja de ser un refugio seguro. A partir de ese momento, la historia comienza a decaer, ya que los personajes no logran ofrecer más de lo que ya han mostrado.