A pesar de los errores y desvaríos en los que cae 'Día del atentando', es un filme que funciona de manera muy eficaz en el simple género del thriller policial.
Sucinta, clara y excelentemente bien actuada, su directora Constanza Figari demuestra tener el talento necesario para continuar su trayectoria como realizadora. Es una pequeña película que realmente vale la pena.
'Belle' es una conmovedora narrativa que nos recuerda que la lucha por la igualdad y la justicia es un esfuerzo constante y relevante, una batalla en la que definitivamente vale la pena involucrarse.
En 'Loving Vincent' se percibe una pasión por parte de los creadores que solo puede compararse con la obra del pintor que representan. Es un proyecto impulsado por la obsesión y el amor, con momentos que resultan sobrecogedores y en otros instantes, agotadores.
El resultado es tan atendible como informativo y a ratos disperso. La verdad es que a esta historia le faltó más energía y cohesión, pero bien vale la pena, en especial por su trío de protagonistas.
'Séraphine' es un logro y en días donde reinan películas en las que se habla mucho y se dice poco, este relato viene a comprobar una vez más que el cine puede transmitir mucho más con un silencio que con mil palabras.
Lo que redime el asunto es Michael Douglas. Cada vez que aparece hipnotiza y logra una vez más lo imposible: hacernos empatizar con un tipo moralmente repelente, cínico y egoísta. Sin él la cinta podría ser infumable, pero gracias a él se vuelve aceptable.
Aunque carece del elemento sorpresa, y es un tanto injusto exigirlo, la película ofrece aventura y una comedia ligera ideal para toda la familia. En su mayoría, los chistes funcionan y cada personaje tiene la oportunidad de brillar.
La pura factura técnica puede ser adecuada para la publicidad, pero los verdaderos méritos del cine se encuentran en las historias, los personajes y la observación. En estos aspectos, 'Hop' no logra mantener el nivel esperado.
La cinta se aleja de estridencias y efectismos, destacando el talento del elenco de actores que logra reunir. Cholodenko, consciente de este aspecto, elige construir su narrativa desde una perspectiva más humana y equilibrada de lo que suele verse.
Es una cinta poderosa, que transmite sensaciones únicas, feroces e inadmisibles de pérdida. Es del tipo de películas que únicamente podemos experimentar por primera vez.
Es cierto que no deja de ser una tremenda aventura bellamente filmada en casi todo su extensión, pero al desembocar en tal desbarajuste, provoca tanta extrañeza como decepción viniendo de un director como Wright.
Una fórmula bien hecha. El resultado es adolescente, divertido y olvidable. Eso sí, sabe perfectamente a quién está dirigido y todo lo que hace, por muy ridículo que sea, lo hace bien.