Una de las apuestas más arriesgadas que un cineasta ha llevado a cabo desde hace tiempo. Una película vistosa sobre Mozart que se atreve a ser anárquica y traviesa.
Me sigo preguntando qué quería expresar en realidad la película sobre la condición humana en relación con John Merrick. Los créditos técnicos son apropiados y John Hurt ofrece una actuación destacada.
Épica en sus pretensiones, con un aspecto visual increíble y una historia sin sentido. Es una de esas obras que ha pasado directamente a ser una Gran Película sin pasar por el estado intermedio de buena película.
La película utiliza un simbolismo audaz y la contraposición de escenas llenas de dramatismo, así como imágenes en pantalla partida y efectos especiales para impactarnos con su fantasía e idealismo.
Se saborea cada momento. Quienes afirman que es demasiado larga parecen haber desarrollado un déficit de atención cinematográfica. Deseaba que estos personajes vivieran y dialogaran sin parar durante horas.
Su punto fuerte es que permite que su héroe habite el género de detectives. Sin embargo, su punto débil radica en que Parks no muestra interés en adentrarse en ese mundo junto a su protagonista.
El uso del medio es admirable y auténtico. Ver estas películas, como lo he hecho cada siete años, me lleva a reflexionar sobre lo extraordinario que es que los seres humanos son los únicos animales conscientes del paso del tiempo.
La mayoría de las películas son producidas por hombres y retratan a las mujeres como fascinadas por ellos. Sin embargo, esta película destaca por su enfoque más inteligente.
Una película de gran belleza que hace gala de una inteligencia considerable. Su narrativa y estilo visual se entrelazan de manera excepcional, brindando al espectador una experiencia conmovedora.
Toda la película se centra en la extraordinaria interpretación de Natasha Richardson como Hearst. Nos convence de que ella es Hearst, no insistiendo, sino dándolo por sentado.
La película no es una obra de arte, pero ha sido realizada con gran tacto y estilo; es más inteligente y detallista de lo que los films biográficos sobre cantantes suelen ser.
El medio se utiliza de manera inspiradora y noble. Ver estas películas, tal como lo he hecho cada siete años, me lleva a reflexionar sobre lo asombroso que es que el ser humano sea el único animal consciente del tiempo.
Una película casera rodada muy lejos de casa. La impresión que deja 'South' es la valentía de todos los que se aventuraron al polo, y Frank Hurley logró capturar sus hazañas.