Connery y Hepburn parecen haber llegado a un tácito entendimiento sobre sus personajes. Resplandecen con autenticidad, aportando profundidad a sus roles y elevando la narrativa de la película.
Esta gran película de 1938 perdura en un eterno verano de valentía y romance. El héroe ideal debe hacer el bien, vencer al mal, disfrutar de la vida y conquistar a la chica. 'The Adventures of Robin Hood' es el referente de cómo lograrlo de manera perfecta.
La franquicia de los teleñecos se revitaliza con 'The Muppets', un musical divertido y autoconsciente que comienza reconociendo que han superado su vida útil.
Ágil, brillante y divertida, esta es una película familiar que puedes disfrutar incluso sin compañía. No obstante, es mejor si alguna vez fuiste un niño sensible.
Es tan ridícula en sus 'golpes' como cualquier comedia para mayores de 18 que se te ocurra. Pero al menos Paul Blart y los otros personajes del film no necesitan usar la palabra 'joder' en cada frase.
Un magnífico entretenimiento para toda la familia, excepto para aquellos debajo de cierta edad que es probable que se asusten. Muy bien realizada, da verdadero miedo y no se acobarda.
La película ofrece una experiencia agradable. Las jóvenes actrices, por fin, reflejan su edad y poseen un encanto natural. Aunque no logra captar por completo la atención, visualmente es atractiva. El desarrollo de la trama es predecible.
Ése es el encanto de las historias de Narnia: contienen magia y mitología, pero sus misterios no son resueltos por el tipo de trucos que Tolkien se sacaba de la chistera, sino por la determinación y resolución de los niños.
Una entretenida película familiar, que puede que tenga un propósito útil si inspira a los chicos a derrocar a sus entrenadores y tomar el control de sus propios deportes.
El punto de partida es prometedor, pero de algún modo la película nunca despega. Todo es muy agradable, a ratos sonreímos, pero nada resulta convincente.