La película comete dos errores principales: nos presenta un chiste que no resulta especialmente divertido y, además, espera que este chiste sea la base que sustente toda la trama.
Robert Downey Jr. ofrece una actuación graciosa y notable, logrando en ocasiones un toque sutil. Esta entrega supera a la anterior película de Stiller en varios aspectos.
Es entretenido observar cómo los personajes lidian con su situación atrapante. Sorprendentemente, la película resulta ser visualmente hermosa, algo que no anticipaba dada su temática.
Es muy perceptiva sobre las relaciones entre sus personajes. Howard la dota con un reparto de espléndidos actores veteranos, que consiguen reunir todas las pequeñas manías e idiosincrasias de la gente real.
Moralmente censurable. Si eres un gran aficionado al cómic original y crees que la película logra capturar su esencia, entonces quizás estés en un mundo con el que no comparto interés.
Después de haber visto alrededor de 20 o 30 películas de zombis, uno se vuelve indiferente ante el género. A menos que se presente algo fresco, como sucede con 'Zombieland'.
A pesar de su título, es una cálida comedia humana. He aquí una película que apela al corazón sin insultar a la mente, sin olvidarse de lo deliciosos que son los personajes.
Si hubiera continuado con el enfoque que aborda en su primera parte, podría haber sido una excelente película. Sin embargo, el segundo acto resulta autocomplaciente y el tercero se siente engañoso.
Vivir esta experiencia es similar a estar entre un grupo de bromistas apasionados por el cine de culto. Además, en ciertos momentos, resulta bastante entretenida.
Kidman se destaca al interpretar a Suzanne, retratando a la perfección su estulticia, vanidad y egocentrismo. La película ofrece una serie de estudios de personajes excepcionales.