'Star Wars: Episode I--The Phantom Menace' es un impresionante hito en el cine de fantasía. Cada escena ofrece una experiencia de descubrimiento que envuelve al espectador.
No hay aspectos negativos destacados en "Taking of Pelham 1 2 3" de Tony Scott, pero tampoco hay elementos sobresalientes. Los actores no entregan actuaciones memorables, salvo en el ámbito de los efectos especiales, que son notables.
Lo interesante del film es que en lugar de dar fuerza a la trama con elementos reciclados, se conforma con contemplar a dos adultos razonablemente sanos meterse en un dilema irresoluble.
Un intento de revitalizar un clásico del crimen de los años 50, pero Cimino lleva la intensidad demasiado lejos, resultando en un melodrama excesivamente cargado.
Brook ha logrado lo más complicado: transformar una obra de teatro significativa en una película que no solo es más impactante y directa que su versión original, sino que además destaca por su esplendor y distinción.
Me gusta el director y su estilo, pero el material es superior a él. Es difícil reir cuando sientes pena constantemente por el niño. Después de todo, parece que él no forma parte del chiste.
Una película que tiene momentos interesantes, pero que no logra cohesionarlos. Los intentos de incorporar diversos efectos a lo largo de sus prolongados 94 minutos resultan abrumadores y, en ocasiones, decepcionantes.