Entré a 'Wayne's World' esperando mucho humor tonto y vulgar, y encontré bastante, pero también encontré algo que no esperaba: un trasfondo genuinamente entretenido, incluso a veces inteligente.
Como película, este material, libremente adaptado por Stoppard, resulta aburrido e interminable. La historia no logra despertar emociones y se siente plana en la pantalla, sin conmover al espectador.
Any plot discipline (necessary so that we care about some characters and not the others) has been lost in an orgy of special effects and general mayhem.
Se centra en dos tipos de química: la culinaria y la emocional. La culinaria es más efectiva, mientras que la conexión entre Nick, Kate y Zoe resulta insatisfactoria.
Estoy harto de esta película. La veo al menos una vez al mes. El título cambia, los actores cambian y los detalles superficiales de la historia cambian, pero siempre va de lo mismo.
Nunca he visto algo como esto. Sentimos cercanía por los personajes y su enfrentamiento, pero la puesta en escena y el estilo son novedosos y emocionantes.
Quizá hubo un tiempo, hace 20 años, en que su amateurismo podría haber parecido ligeramente atrevido. Pero incluso la revista Mad ha pasado de la simple sátira a una visión más descentrada de sus temas.