Una película que destila la esencia del 'Tío Vania' de Chéjov, explorando temas como la soledad, la desilusión de vidas desperdiciadas, el anhelo de amor y la profunda desesperación.
La madre de todas las películas de catástrofes. Esto es entretenimiento. '2012' cumple con lo que promete y, como nadie espera menos, será una de las películas más satisfactorias del año.
Es sorprendente cómo puede ser tan buena y tan mala al mismo tiempo. Aunque el guion es confuso, su creatividad visual la convierte en una de esas inusuales películas menospreciadas que despiertan el interés por ser vistas.
Al final es tan absurda que resulta imposible tomarla en serio como un thriller o cualquier otro género, a pesar de que hay instantes en los que logra funcionar.
El modo de disfrutar esta película es poner la lógica en pausa, junto con cualquier sensibilidad que pudiera ser vulnerable, y sumergirse en ella como si fuera un video juego.
La historia de víctimas de violencia que se convierten en vengadores es repetida en el cine, pero Jodie Foster presenta una obra que realmente explora este tema de manera profunda y provocadora.
Con una mayoría de actores no reconocidos y una cinematografía en blanco y negro, esta película evoca el estilo de las comedias británicas de los años 50, asumiendo que la audiencia se involucra activamente en la historia.
Rendition es una obra cinematográfica poco común que aborda la tortura desde sus teorías y prácticas, explorando la ética y la responsabilidad personal. La película ofrece una reflexión profunda sobre lo que es justo y lo que no.
Su ritmo es ágil, conoce bien el tema que trata y es fascinante en su retrato de la política y la estructura de un grupo terrorista. Se aproxima de manera impactante a la realidad.