Una emocionante nueva experiencia en la que Shin chan, al estilo de Harrison Ford, no se separa de su látigo y sombrero, ofreciendo uno de los momentos más conmovedores sobre la familia Nohara.
El uso de momentos musicales para delinear los actos del filme, así como las metáforas folklóricas, pueden parecer un poco tradicionales. Sin embargo, pocas actrices logran transmitir emociones de la manera en que lo hace Ebrahimi.
Almodóvar, como observador y narrador de la vida cotidiana de las mujeres en España, se sumerge en un profundo y conmovedor retrato del hogar. Esta vez, su dedicación a los interiores revela una belleza única que resuena en cada escena. Su universo femenino nunca ha estado tan presente.
Un ejercicio blanqueador. Lo hace durante tres de los cuatro episodios, destinados a mostrar las luces y no las sombras del biografiado. El argumento principal que lo justifica todo en todos los capítulos: Papá Pujol estaba tan preocupado por todos nosotros, sus hijos adoptivos, que se dejó llevar por malas compañías.
El mejor true crime realizado en España. Con impresionantes imágenes de archivo, material gráfico y entrevistas detalladas, mantiene al espectador cautivado y ansioso por descubrir más sobre este intrigante caso.
El hip hop sirve como plataforma para retratar un conflicto entre generaciones. Es una forma divertida de abordar problemas políticos. Sin embargo, el enfoque en la defensa del consumo de drogas es demasiado marcado.
No defrauda Jordan a sus seguidores en la introducción de los personajes y en la evolución de la trama. Es una opción ideal para los aficionados al género vampírico que desean algo más profundo que simples romances adolescentes.
Unos diálogos sorprendentes y vibrantes, respaldados por un diseño de producción y un uso del espacio excepcional. La actuación de Grant alcanza un nivel sobresaliente.
Estupendo Héctor Medina, con una hermosa fotografía. Sin embargo, la historia se siente algo melodramática y convencional. La metáfora política es algo simplona, pero cumple su función.
Es simplemente un anuncio del catolicismo diseñado para encender la pasión ecuménica tanto en kikos como en otras juventudes cristianas, retratando a los musulmanes como personas que podrían unirse al ISIS.
Un retrato atractivo de la España que supuestamente superó la crisis. Aunque el filme incluye elementos de comedia romántica y un formato episódico, su progreso se siente complicado y, en ocasiones, pierde el rumbo.
La escena de persecución roza lo absurdo. En cuanto al guión, lo comentaré cuando tenga pruebas de su existencia o, en su defecto, de que no ha sido generado por un programa de computadora.
Menos sombría que sus antecesoras, esta entrega de la ficción escandinava sigue ofreciendo personajes depravados. La serie mantiene su distintivo estilo y atrapa al espectador con su intrigante narrativa.
Sus guionistas han agotado su creatividad, ofreciendo una trama que retoma antiguos chistes sin originalidad. La delgada línea que separa el humor estereotipado del cuñadismo se ha perdido por completo.
La primera parte de la película se desarrolla con habilidad técnica y un uso capturante de la steadycam. Sin embargo, la historia toma un giro sorprendente y extraño que cambia completamente el enfoque.
La ambientación y la fotografía son excelentes, aunque la película puede sentirse algo fría en su presentación teatral. La dirección elige confiar en las actuaciones en lugar de en movimientos de cámara sorprendentes.
Esta película combina elementos del slasher con la interacción a través de Skype, ofreciendo una propuesta bastante llamativa. Sin embargo, la narrativa se siente restringida al estar confinada a la pantalla de una computadora.