La película presenta un exceso de diálogos irónicos, un montaje acelerado y una dirección convencional, aunque incorpora elementos que resuenan en el espectador. La narrativa está bien construida, explorando romances y ofreciendo reflexiones significativas.
El trabajo de auténticos profesionales de la narración ofrece una segunda y honorable oportunidad a hechos históricos convulsos. Otra verdad que ya sabías, pero contada de manera excepcional.
Una película única, curiosa y auténtica. Al igual que Céline Dion puede ser interpretada de diversas maneras, este biopic provoca reacciones variadas. Posee la fuerza necesaria para tocar el corazón de quienes la ven, sin importar cómo se perciba.
Hubiéramos deseado que el Pavarotti de Ron Howard hubiera estado a la altura de la profundidad del trabajo de Kapadia ['Diego Maradona'], de su hondura humana y su voluntad por entender a un dios desde sus grises.
El inicio resulta confuso. Por suerte, Jolie, con su inconfundible presencia, eleva la película hasta que el mejor Sheridan regresa. Sin embargo, es un Sheridan que no alcanza su máximo potencial, algo que muchos desearían.
Si esta película hubiese llegado hace 15 años, habría causado gran impacto, ya que su producción es impecable. Sin embargo, en la actualidad, presenta una sensación de desprestigio. Es la misma película de terror comercial de siempre.
A pesar de su deseo de mostrar texturas, provocar emociones y generar debate a través de lo visual, en ocasiones resulta agotador su excesivo uso de palabras. Hay un fuerte interés en la poética de los diálogos.
En la lucha por definir una identidad clara, el equipo elige un enfoque simplista, imitándole a Stranger Things y uniéndose a la triste tendencia nacional de complacer a un algoritmo. El miedo no se siente presente.
El carisma de De Niro aporta un toque especial a esta comedia, que hubiera sido beneficiada con un mayor enfoque en un presupuesto para guionistas en lugar de en sus protagonistas.
Comedia familiar sin sorpresas. El ritmo está diseñado para que los más pequeños se diviertan. Además, contribuir a una buena causa hará que los padres se sientan menos arrepentidos.
La película adolece de ritmo, resulta poco original y los gags no logran conectar. Además, las ideas novedosas se ven aplastadas por una producción de baja calidad. Sin duda, se posiciona como una de las peores comedias del año.
El espíritu navideño se traduce en simples adornos. El grado adecuado de ambiente festivo por parte del espectador se puede traducir en una experiencia divertida.
La comedia musical alcanza un nivel excepcional. Las canciones poseen una profunda conexión emocional. El elenco es sobresaliente. Sin embargo, la película tropieza un poco con la inclusión de Megan Thee Stallion.
Una película que intenta mostrarse libre y desenfadada, aunque en ciertos momentos se resquebraja y muestra su falta de autenticidad. A pesar de algunas inconsistencias, logra ser divertida y ligera.
La película presenta numerosos defectos, eso es innegable. Sin embargo, como espectador, la salvación radica en su capacidad para adentrarse en el histrionismo de cada personaje, donde los diálogos se ven sumergidos en interpretaciones intensas.
El texto original del siglo XIII actúa como una fuerza motora que permite que la energía del guion se desborde, brindando una experiencia estremecedora, sádica y cautivadora.
No comete errores evidentes a pesar de la urgencia de la situación. Hay demasiados momentos de llanto y aplausos. La razón detrás de las prisas es comprensible, pero se deja escapar la oportunidad de presentar un enfoque distinto.