Hubiéramos deseado que el Pavarotti de Ron Howard hubiera estado a la altura de la profundidad del trabajo de Kapadia ['Diego Maradona'], de su hondura humana y su voluntad por entender a un dios desde sus grises.
El inicio resulta confuso. Por suerte, Jolie, con su inconfundible presencia, eleva la película hasta que el mejor Sheridan regresa. Sin embargo, es un Sheridan que no alcanza su máximo potencial, algo que muchos desearían.
Si esta película hubiese llegado hace 15 años, habría causado gran impacto, ya que su producción es impecable. Sin embargo, en la actualidad, presenta una sensación de desprestigio. Es la misma película de terror comercial de siempre.
A pesar de su deseo de mostrar texturas, provocar emociones y generar debate a través de lo visual, en ocasiones resulta agotador su excesivo uso de palabras. Hay un fuerte interés en la poética de los diálogos.
En la lucha por definir una identidad clara, el equipo elige un enfoque simplista, imitándole a Stranger Things y uniéndose a la triste tendencia nacional de complacer a un algoritmo. El miedo no se siente presente.
Comedia familiar sin sorpresas. El ritmo está diseñado para que los más pequeños se diviertan. Además, contribuir a una buena causa hará que los padres se sientan menos arrepentidos.
La película adolece de ritmo, resulta poco original y los gags no logran conectar. Además, las ideas novedosas se ven aplastadas por una producción de baja calidad. Sin duda, se posiciona como una de las peores comedias del año.
El espíritu navideño se traduce en simples adornos. El grado adecuado de ambiente festivo por parte del espectador se puede traducir en una experiencia divertida.
La comedia musical alcanza un nivel excepcional. Las canciones poseen una profunda conexión emocional. El elenco es sobresaliente. Sin embargo, la película tropieza un poco con la inclusión de Megan Thee Stallion.
La película presenta numerosos defectos, eso es innegable. Sin embargo, como espectador, la salvación radica en su capacidad para adentrarse en el histrionismo de cada personaje, donde los diálogos se ven sumergidos en interpretaciones intensas.
El texto original del siglo XIII actúa como una fuerza motora que permite que la energía del guion se desborde, brindando una experiencia estremecedora, sádica y cautivadora.
No comete errores evidentes a pesar de la urgencia de la situación. Hay demasiados momentos de llanto y aplausos. La razón detrás de las prisas es comprensible, pero se deja escapar la oportunidad de presentar un enfoque distinto.
[Carrisi] muestra un dominio impresionante del género. La separación entre los personajes y la realidad nos invita a explorar sin restricciones, mientras que la atracción de la historia nos impulsa a sumergirnos en ella con mayor intensidad.
No se trata únicamente de una sucesión de sustos, sino que desafía nuestra paciencia y cuestiona nuestros prejuicios. La película requiere que mantengamos la tensión hasta el final, momento en el cual logra rescatarse.
Aquellos que conocen bien la obra de Jeremy Thomas pueden encontrar cierto encanto en las charlas profundas que se presentan. Para quienes deseen conocerlo por primera vez, es mejor instruirse a través de su filmografía previa.
Un documental excepcional que explora el sentido de la vida. 'Eso que tú me das' se presenta con una profundidad impactante, evitando el sentimentalismo y manteniendo un delicado equilibrio entre la inspiración y la melancolía.
La primera media hora presenta un ritmo intenso y realista. Sin embargo, a pesar de las buenas intenciones, eso no es suficiente para satisfacer las expectativas.