El documental corrobora lo que muchos pensamos sobre Albert Brooks, sin embargo, no logra elevar significativamente la valoración de su obra. En cambio, proporciona una descripción más justa de su carrera.
Ridley Scott ha dirigido varias obras maestras del cine, algunas de ellas de una enorme popularidad. Esta vez no obtuvo el resultado buscado pero el tiempo dirá si este Napoleón es reivindicado por la historia del cine.
No hay valentía ni búsqueda en esta película, solo un ensamblaje cuidadoso de una historia que sigue comercializándose. La determinación del director por mantener su perspectiva afecta a todo el conjunto.
De todos los documentales oficialistas realizados, este se destaca como uno de los más absurdamente obsequiosos de la historia. El exceso de autobombo es evidente.
El talento de los actores convierte esta película estándar en un entretenimiento ligero y ameno, que, aunque pueda ofrecer una lección moral, no se presenta de manera solemne ni seria.
Es bastante peculiar, ya que a pesar de ser entretenida y contar con algunos momentos emotivos, la película parecía tener más la mezcla de una obra maldita que la de un título galardonado. A pesar de ello, exhibe más dignidad y valentía que muchas producciones consideradas serias.
Para todos aquellos que deseen profundizar en la vida de Charles Dickens, 'La mujer invisible' es una opción sobresaliente. Se trata de una de esas narraciones que cualquier guionista desearía crear, pero que realmente formaron parte de la historia.
Comedia de situaciones que transcurre en una fiesta donde nada sucede como fue planeado. Grandes actuaciones y una búsqueda estética que acierta, sobre todo, en el timing.
Para quienes busquen una película intensa con violencia explícita, sexo y terror, 'Muerte infinita' ofrece la combinación perfecta para incomodar y provocar miedo.
Apenas aprovecha el festín que le deja servido el concepto de universos alternativos. Y tampoco es tan divertida como, por ejemplo, 'Spider-Man: Sin camino a casa'.
La película resulta más atractiva en su guión que en su realización visual. A pesar de no esquivar los clichés típicos del género, no logra mantener el interés a lo largo de su prometedora premisa inicial.
Entretiene porque sus personajes son interesantes, porque su historia nos importa, porque sus temas tienen valor. Eso sí, su tono humorístico no es para todos los gustos.
Se complica evaluar una película tan despareja, pero a la vez se agradece la oportunidad de pensarla desde distintos lugares. Es mejor una película con fallas y ganas que una obra prolija que acierta en todo pero tiene solo objetivos de mínima.