La confirmación de sus habilidades para narrar quedan confirmadas por lo poco que dura la película y como le alcanza para contar su historia sin que sobre ni falte nada.
Sin duda hay imágenes impactantes y el clima está logrado, pero no hay mucha innovación con respecto a lo que ya se había hecho en Europa en las décadas previas.
Los cambios de tono e intenciones no le ayudan a la película. Hay que rescatar algunos momentos de clara belleza y sentimiento, pero en promedio el resultado no está a la altura de otros films del director.
No fue un éxito de taquilla y su fama se debe a una creciente condición de cine de culto, en parte por su director, pero en parte por la influencia en el cine de los siguientes años.
Se puede argumentar que la película reflexiona sobre una variedad de temas, pero le resulta difícil presentar sus ideas de manera atractiva. 'Hambre' es una película más que se une a la tendencia de abordar el esnobismo de la clase alta.
Esta sátira del mundo de la alta cocina, que se presenta como una comedia, es un relato tortuoso que no lleva a ninguna parte y, cuando por fin intenta ofrecer una reflexión final, resulta ser una tontería tan evidente como injustificada.
Es complicado disfrutar de este constante peso emocional, aliviado únicamente por breves momentos de felicidad efímera. La película opta por ser excesiva en su carga emocional y presenta un trasfondo algo cruel.
Sin ningún brillo en particular, la película se sumerge en la rutina y tiene algunos buenos saltos. El final, sin embargo, tiene una esperable y saludable vuelta de tuerca.
No es uno de esos títulos que genera terror, pero resulta un placer disfrutar de una película tan modesta y, a la vez, bien elaborada. No le falta nada, aunque carece de cierto rigor.
El guión presenta conceptos interesantes desde el principio. Cy Howard, el autor, realiza una labor excepcional. La película mezcla drama y humor de manera efectiva, manteniendo un buen ritmo. El director Hal Walker aprovecha la cámara para desarrollar una propuesta más compleja.
Es una verdadera alegría ver películas que son capaces de encontrar un tono y un estilo. Cage se ha transformado en sinónimo de valentía artística y 'Renfield' es la prueba clara de esto.
El director presenta una búsqueda estética y propuestas que logran impactar. Aunque la película no está completamente lograda, se destaca por ser una producción que se aleja de lo convencional en su género y en el ámbito del cine de bajo presupuesto.