No se pretende que una comedia infantil no tenga un desenlace reconfortante, sin embargo, en esta ocasión, esto le quita a la película lo que parecía elevarla, aunque mínimamente, por encima de las limitaciones típicas de este género.
Detrás de la trama ingeniosa, que bordea de forma efectiva el disparate a medida que llega a sus mejores momentos, está la idea que ya habíamos visto en otras películas.
Personajes animados y actores de carne y hueso se conjugan en este film, cuya trama expone el peligro que corre el reparto de huevos de Pascua. Situaciones trilladas que ni siquiera la gracia de David Hasselhoff logra rescatar.
La película ofrece momentos fascinantes y una auténtica magia que se destaca en diversas escenas. La actuación de Gene Wilder como Wonka es fundamental.
La maestría en las escenas más sangrientas es de lo mejor que se ha visto en el género. 'Terrifier 2' logra romper con la monotonía habitual. Aunque es diferente a su predecesora, sin duda es una entrega superior.
Es difícil que 'Prisionero 99' provoque indiferencia. Es capaz de expulsar o maravillar por partes iguales. En cualquier caso se trata de uno de los cineastas más interesantes de los últimos años.
La confirmación de sus habilidades para narrar quedan confirmadas por lo poco que dura la película y como le alcanza para contar su historia sin que sobre ni falte nada.
Sin duda hay imágenes impactantes y el clima está logrado, pero no hay mucha innovación con respecto a lo que ya se había hecho en Europa en las décadas previas.
Los cambios de tono e intenciones no le ayudan a la película. Hay que rescatar algunos momentos de clara belleza y sentimiento, pero en promedio el resultado no está a la altura de otros films del director.
No fue un éxito de taquilla y su fama se debe a una creciente condición de cine de culto, en parte por su director, pero en parte por la influencia en el cine de los siguientes años.
Se puede argumentar que la película reflexiona sobre una variedad de temas, pero le resulta difícil presentar sus ideas de manera atractiva. 'Hambre' es una película más que se une a la tendencia de abordar el esnobismo de la clase alta.
Christopher Storer, el creador de la serie, logra un notable equilibrio en su narrativa, demostrando una indiscutible habilidad. Para alcanzar esta sutileza, cuenta con un elenco sólido, destacando la actuación del protagonista, Jeremy Allen White.
Esta sátira del mundo de la alta cocina, que se presenta como una comedia, es un relato tortuoso que no lleva a ninguna parte y, cuando por fin intenta ofrecer una reflexión final, resulta ser una tontería tan evidente como injustificada.
Es complicado disfrutar de este constante peso emocional, aliviado únicamente por breves momentos de felicidad efímera. La película opta por ser excesiva en su carga emocional y presenta un trasfondo algo cruel.
Sin ningún brillo en particular, la película se sumerge en la rutina y tiene algunos buenos saltos. El final, sin embargo, tiene una esperable y saludable vuelta de tuerca.