Aunque la historia surge en un mundo de vikingos absurdo y políticamente correcto, el humor, los sentimientos y la impresionante visualidad lograban que todo conectara de manera efectiva. Sin duda, es la mejor película producida por este estudio.
La felicidad de descubrir nuevos mundos, de atreverse a la imaginación y permitirse el juego y la aventura, marcan una nueva entrega de esta saga, alimentada en partes iguales por la mitología grecorromana y los cuentos de hadas.
Con sus limitaciones y sus apuros, la película es una pieza clave dentro de la extensa filmografía de terror de Vincent Price y no hay admirador de la estrella que no vaya a disfrutarla. (...) Menor o no menor, es un clásico.
'Sonido de libertad' tiene una misión clara: la denuncia. Aunque esto puede restringir su valor como obra cinematográfica en ciertos aspectos, la película da la impresión de ser revolucionaria a pesar de no serlo.
No hay forma de no querer saber qué es lo que sigue, el suspenso y el misterio son reales, las preguntas que surgen necesitan respuestas. Pero a mayor expectativa, mayor decepción.
La miniserie actúa como un llamado de atención ante situaciones similares en cualquier momento y lugar. Además, muestra un profundo respeto hacia las víctimas, presentando solo lo necesario sin caer en el morbo.
La película pone un énfasis excesivo en su temática de mujeres africanas empoderadas y en solidaridad, lo cual no es negativo, pero esto desvía la atención de la narrativa principal. Se pierde de vista la esencia de la historia.
Un clásico film del género violación y venganza que empieza de forma absolutamente ridícula y forzada, con una falta de brío para entender la narración cinematográfica que hace esperar lo peor.
Ofrece todo lo malo que el cine industrial actual tiene para nosotros. Una secuela sin gracia, con chistes tan tristes y miedosos que ya no pueden hacer reír a nadie.