Es una película emocionante cuyo juego se termina de desplegar hacia el final, cuando los espectadores, como la protagonista, recuerdan lo que han visto durante toda la historia.
Como siempre, el director se mueve con naturalidad en escenas que superan la belleza promedio del cine actual. Su tercer largometraje no deslumbra de la misma manera, pero aún así logra transmitir emoción y belleza.
'Red' es una película de Pixar que destaca por su energía singular. Su ritmo acelerado la hace menos sentimental en comparación con otros filmes del estudio, lo cual es otro acierto de 'Red'.
Cada película es peor que la anterior. La pareja protagonista destaca por su calidad actoral en declive. Los problemas de alcohol de él conducen a una actuación que podría ser considerada como una de las peores.
La maestría de Steven Spielberg se ratifica en esta versión de 'Amor sin barreras' (West Side Story), que supera a la original y demuestra que la genialidad del realizador está a la altura de los más grandes maestros.
Tiene más ambición que la mayoría de los films de terror, combina temas complicados con inteligencia y ofrece un retrato de aquellos años de asesinos seriales con más sutileza y profundidad que muchos títulos relacionados con esta temática.
La película tiene pocos elementos pero les saca el máximo provecho. Una prueba más de que hay cineastas y películas argentinas que traen algo nuevo e interesante.
El problema radica en que este Pigmalión moderno recorre demasiados lugares comunes que le restan atractivo. Es un producto tan insignificante e irrelevante que resulta agotador.
Cuando llega el clímax de la película, todos encuentran el tono. Allí los actores muestran su talento y consiguen la emoción genuina del momento más esperado. Todos consiguen su objetivo. Pero es demasiado poco en relación con las limitaciones expresadas anteriormente.
Uno de los fenómenos más importantes de los últimos años no encuentra en Red social reflexión alguna. Hicieron la película para aprovechar el éxito pero sin saber muy bien el motivo por el cual la hacían.
Un show alegre, repleto de humor, inteligencia y emoción. Es una de las expresiones más auténticamente humanas que se pueden encontrar en la actualidad.
A pesar de que la película no recibe el reconocimiento que merece, su ambición es notable. Quien haya visto una vez en su vida esta obra sobre marginados jamás podrá olvidarla. Aunque pueda considerarse una de las obras menos destacadas de Coppola, sigue siendo un auténtico clásico.
'Annie, el musical', decepcionó nuevamente al no lograr ser una buena película. Con este resultado, parece que tardaremos mucho en ver otro intento similar.
La naturalidad con la que todos se mueven no es una novedad, pero no deja de ser destacable. La dirección de arte y el vestuario también son capaces de reconstruir de manera espectacular la época.
Los chistes son previsibles y evidentes, pero la película no es solemne ni moralista. Es realmente amable y hasta tierna con todos los personajes. Sin embargo, no se puede considerar una gran película.
Varias cosas hacen que Un deseo irlandés deje de ser mediocre y pase a ser mala. En primer lugar su incapacidad de construir identidad visual o tono en general. Nada es gracioso en ningún momento.