Aunque no hay aspectos negativos que criticar en la película, carece de elementos que la hagan verdaderamente interesante o profunda. Transita por caminos habituales y no ofrece prácticamente nada nuevo.
Tiene más ambición que la mayoría de los films de terror, combina temas complicados con inteligencia y ofrece un retrato de aquellos años de asesinos seriales con más sutileza y profundidad que muchos títulos relacionados con esta temática.
La película tiene pocos elementos pero les saca el máximo provecho. Una prueba más de que hay cineastas y películas argentinas que traen algo nuevo e interesante.
El problema radica en que este Pigmalión moderno recorre demasiados lugares comunes que le restan atractivo. Es un producto tan insignificante e irrelevante que resulta agotador.
Tiene la potencia dramática de todo su cine y marca la vigencia de sus temas, aportando además una mirada crítica sobre el extremismo religioso en la Europa actual. Los hermanos Dardenne siguen siendo un verdadero cine de autor.
Cuando llega el clímax de la película, todos encuentran el tono. Allí los actores muestran su talento y consiguen la emoción genuina del momento más esperado. Todos consiguen su objetivo. Pero es demasiado poco en relación con las limitaciones expresadas anteriormente.
Uno de los fenómenos más importantes de los últimos años no encuentra en Red social reflexión alguna. Hicieron la película para aprovechar el éxito pero sin saber muy bien el motivo por el cual la hacían.
Un show alegre, repleto de humor, inteligencia y emoción. Es una de las expresiones más auténticamente humanas que se pueden encontrar en la actualidad.
A pesar de que la película no recibe el reconocimiento que merece, su ambición es notable. Quien haya visto una vez en su vida esta obra sobre marginados jamás podrá olvidarla. Aunque pueda considerarse una de las obras menos destacadas de Coppola, sigue siendo un auténtico clásico.
'Annie, el musical', decepcionó nuevamente al no lograr ser una buena película. Con este resultado, parece que tardaremos mucho en ver otro intento similar.
La naturalidad con la que todos se mueven no es una novedad, pero no deja de ser destacable. La dirección de arte y el vestuario también son capaces de reconstruir de manera espectacular la época.
La película presenta escasos trucos, pero con un adecuado manejo del lenguaje cinematográfico se podría construir un buen largometraje. Aunque hay ciertos elementos que funcionan, el guión se queda corto y no logra encontrar el enfoque necesario.
Los chistes son previsibles y evidentes, pero la película no es solemne ni moralista. Es realmente amable y hasta tierna con todos los personajes. Sin embargo, no se puede considerar una gran película.
Varias cosas hacen que Un deseo irlandés deje de ser mediocre y pase a ser mala. En primer lugar su incapacidad de construir identidad visual o tono en general. Nada es gracioso en ningún momento.
Con un par de inevitables lugares comunes, pero con mucho humor y mucha emoción, 'Operación cerveza' es una historia difícil de filmar y fácil de arruinar, pero Farrelly consigue, con un buen guión y buenos actores, cumplir con su misión.
Es la película más obvia y simple del mundo. No deja lugar común sin recorrer y las canciones son exactamente eso. (...) Javier Bardem demuestra que se toma en serio cualquier trabajo que le toque, incluso uno como este.