Tiene mucha ambición y se diversifica, logrando en general un buen resultado, pero resignando en el camino la posibilidad de la excelencia en alguno de todos los aspectos que decide retratar.
La tensión aumenta de manera excepcional. Gradualmente se incrementa la apuesta y cada vez que aceptamos un elemento poco creíble, se introduce el siguiente. Esto representa un verdadero desafío y, a la vez, una fuente de entretenimiento.
Una cinematográfica irrelevante de un libro relevante con actuaciones que no plantean nada interesante ni nuevo. Un exceso de prolijidad y rutina. Si no se llamara Suite francesa estaríamos frente a un film sin el más mínimo atisbo de transcendencia.
'Kon-Tiki' representa un logro heroico y valiente, reflejando la historia que narra. Para los amantes de la aventura, tanto en la pantalla como en la vida real, es una película que no debe dejarse de lado.
El resultado es particularmente fallido y sin gracia. Si acaso Wes Anderson es famoso por su prolija puesta en escena, ni un elenco tan memorable es capaz de salvar a Wes Anderson de la única película abiertamente mala de toda su carrera.
Una especie de película de juicio que nunca se vuelve interesante o poderosa. Todo el epílogo, obvio y feo, termina por cerrar una historia que parecía más sofisticada e interesante de lo que finalmente es.
Es una de esas películas británicas amablemente tribuneras, hechas para agradar y hacer sentir bien a los espectadores. No se me ocurre tarea más noble salvo, claro, hacer grandes películas. En este caso el saldo es positivo.
Todo el tiempo se siente el esfuerzo de la película por ser graciosa. Cuando eso se nota, la comedia está arruinada. Tanta fuerza agota al espectador y a la historia.
Una película tan cruel, sádica y pretenciosa tiene el potencial de arrasar con los premios. Aunque la sordidez puede funcionar mejor en los libros, cuando se somete a los mitos del cine de esta manera, es complicado que resulten bien parados.
La reconstrucción de época es impecable, y los actores están perfectamente alineados con la visión del filme. Una melancolía exitosa envuelve toda la narrativa, transformando al personaje en alguien mucho más interesante que el humor que él exhibía en su vida real.
El debate nunca se cierra, y la discusión persiste. Arendt cuestionó y reflexionó sobre sus ideas hasta el final de su vida, y la película captura ese espíritu de revisión constante.
Las referencias al universo de Stephen King y a la serie en sí no son suficientes para respaldar el episodio, que resulta ser evidentemente predecible y algo desgastado.
Quien no esté interesado en este tipo de narraciones no hallará nada nuevo que ver. Lo que distingue este título de los demás no es suficiente para considerarlo un exponente relevante en el género del cine sobre dictaduras.
Hay tantos Maradonas como películas y series se hagan de él. En esta lo usan, como siempre, pero con fines políticos. Mienten, tergiversan y alteran la historia argentina. No de forma graciosa o delirante, sino con una intención con congraciarse con el poder.
Clooney ha creado una de sus mejores películas. Bienvenidos aquellos que contribuyen al cine de calidad sin tanto alboroto. 'The Tender Bar' presenta una sobriedad clásica que establece un buen comienzo para el año cinematográfico.
Tiene una referencia religiosa poderosa, tiene la sabiduría de dudar y la grandeza de reconocer que las certezas se vuelven complicadas con el correr de los años. (...) Otro paso en una obra enorme. Clint Eastwood, cincuenta años dirigiendo cine de verdad.