Las tramas son fascinantes, y Garrone demuestra una habilidad excepcional para cautivar al público al explorar el lado más oscuro y retorcido de los cuentos de hadas. Sin embargo, la duración excesiva de algunas escenas puede resultar desconcertante.
A pesar de ser un «exploit» sin atractivo, se plantea la posibilidad de una secuela. Al juntar ciertas características, se revela que «Horror Park» es verdaderamente un desastre.
Retrata la Turquía del régimen de Erdogan como un auténtico infierno polanskiano. Puede perder a buena parte de su público potencial al maltratarlo con humillaciones, pesadillas y golpes de efecto sonoros.
A través de imágenes simples, el filme revela que el cine es un reflejo constante de nuestra identidad, una especie de "cerebro del mundo" donde se puede recuperar tanto la memoria histórica como la personal.
Ni siquiera el tributo a Boetticher que plantea la película logra disimular su escasa calidad visual y la debilidad de su guion, que parece estar desarticulado en un intento de capturar un sentimiento melancólico.
El filme muestra un enfoque europeo sobre la experiencia africana, pero su representación honesta de una joven que confunde amor con posesión y libertad con soledad resulta cautivadora e intrigante.
La principal virtud de «Harvest» es su intensa fisicidad. La película logra un sentido del espacio que resulta altamente inmersivo y casi performático, lo que ayuda a equilibrar sus caídas en la narrativa.
Lou Ye presenta una narrativa que se siente incompleta. El deseo que consume a varios personajes, el cual impulsa las complejas relaciones en la película, resulta ser más confuso de lo que se esperaba.
El diseño presenta una mezcla impresionante de elementos visuales inspirados en "2001" y "Alien", creando una experiencia fascinante. Sin embargo, la película se siente lenta y, en ocasiones, aburrida. También le falta aceptar plenamente su temática existencialista, ya que su mensaje resulta un tanto complaciente.
Extraordinaria Triet disecciona un misterioso caso con varias versiones contradictorias en esta cinta protagonizada por la extraordinaria Sandra Hüller.
La película presenta una idea hermosa. Haigh logra captar lo que se insinúa entre las palabras, y las escenas más impactantes son aquellas que exploran la intimidad de dos cuerpos que están descubriendo el amor.
Ecos de películas como 'Te querré siempre' y 'Antes del amanecer' se cuelan entre las imágenes, pero 'Copia certificada' se defiende sola como obra maestra en verdad original.
El aroma del té, las especias y el incienso permea muchas de sus escenas. Es una película que carece de seguridad y dirección, especialmente en su último acto.
La gran interpretación de Dobroshi y la mezcla de dureza y ternura en sus interacciones con Renier revelan el notable talento de estos actores para el cine social, el cual evita caer en lo obvio.
La primera parte de "Sofia" captura la esencia de un thriller psicológico lleno de tensión. Sin embargo, en su tercer acto, la historia se aleja de la realidad, lo que provoca que la película pierda su enfoque y cohesión.