Fallida película. Los personajes son tan superficiales que la relación entre padre e hijo carece de significado, y el personaje interpretado por Bardem se siente como un espejismo, casi inerte y sin una narrativa que desarrollar.
Tim Roth ofrece una actuación sobresaliente. Sin embargo, es lamentable que Michel Franco finalice su película de manera tan decepcionante, dejando un cierre que recuerda a los errores de un principiante en el mundo del cine.
La esencia de una obra maestra radica en su capacidad de ofrecer una experiencia táctil que se siente vital en un mundo post-pandemia; el cine se transforma en una suave caricia para los sentidos.
Serebrennikov se enfoca en los detalles menos profundos de la escena para dar vida a su retrato. Sin embargo, el resultado es una simple fachada que carece de una perspectiva auténtica sobre el personaje.
Esta delicia es un bello vals. Al igual que en las obras de Eric Rohmer y Woody Allen, los parques se convierten en esos espacios donde el azar y el amor continúan su diálogo.
Thriller lacónico y perturbador, una especie de Chabrol queer que destaca por su fascinante dirección. Guiraudie logra transmitir con una notable austeridad una intensa historia de amor triangular.
Es lamentable que no tenga creatividad visual y que su protagonista no sea retratada como una mujer auténtica, sino que se quede atrapada en un estereotipo.
Es una comedia ingeniosa que juega con los estereotipos de una sociedad del norte de España, marcada por un fuerte matriarcado y un sentido del humor peculiar.
Lleva al extremo la premisa de los destinos alternativos y simultáneos, coqueteando con el multiverso. La propia idea de partida induce al laberinto sin salida, y hay un momento en que, desde el montaje, es difícil que el filme se desenvuelva con soltura.