A Bize logra transmitir una sensación de intimidad notable. Aunque hay algunas metáforas que resultan evidentes, se consigue apreciar la tristeza que acompaña esos retornos que mezclan los buenos deseos con el olvido.
El aroma del té, las especias y el incienso permea muchas de sus escenas. Es una película que carece de seguridad y dirección, especialmente en su último acto.
La película se adentra en el costumbrismo hispánico, pero no logra establecer una conexión emocional con sus personajes. Además, el conflicto presentada se vuelve tedioso tanto para los protagonistas como para el público.
La primera parte de "Sofia" captura la esencia de un thriller psicológico lleno de tensión. Sin embargo, en su tercer acto, la historia se aleja de la realidad, lo que provoca que la película pierda su enfoque y cohesión.
El desempeño de los actores Schoenaerts y Kateb es lo más sobresaliente de este 'polar' común, una película que pierde impulso a mitad de la trama y no logra romper con las convenciones del género.
Todos esos episodios evolucionan hacia las tinieblas de una conclusión que Lowery resuelve con una brillantez conmovedora. Hay en ese final, una catarata de cine puro.
Tres películas en una que, a pesar de su estilizado cambio de registros y tonos, no logran formar un todo cohesivo. La indiscutible fuerza visual tiende a opacar la intensidad del drama.
Fallida película. Los personajes son tan superficiales que la relación entre padre e hijo carece de significado, y el personaje interpretado por Bardem se siente como un espejismo, casi inerte y sin una narrativa que desarrollar.
Zemeckis carece de sentido del ridículo, y hasta las elecciones más polémicas de la película se hacen con tal firmeza que parecen las mejores. Por ello, la idea general de “Here” se presenta como sumamente rica y cautivadora.
Puro Boris Vian. Es una adaptación fiel del libro. Existen varias subtramas, algunas bien logradas y otras no tanto. Sin embargo, cuando la historia toma un giro más oscuro, Gondry maneja el cambio de tono con una sorprendente madurez.
Lou Ye presenta una narrativa que se siente incompleta. El deseo que consume a varios personajes, el cual impulsa las complejas relaciones en la película, resulta ser más confuso de lo que se esperaba.
Este crítico comparte su conexión con la obra de Beauvois en "No creas que voy a gritar", donde se expone de manera sincera, utilizando su amor por el cine como un puente entre su profunda reflexión y la realidad.
Jeanne Herry presenta dos escenarios diametralmente opuestos, los cuales se estructuran a través de intensos enfrentamientos verbales. Estas interacciones buscan encontrar un frágil equilibrio.
Menudo patinazo. Ninguna de las reacciones de los personajes sigue una lógica, ni siquiera la del impulso pasional. El sustento dramático de «Mon roi» es el puro absurdo.
Ecos de películas como 'Te querré siempre' y 'Antes del amanecer' se cuelan entre las imágenes, pero 'Copia certificada' se defiende sola como obra maestra en verdad original.