Pohlad compara el pasado y el presente de los personajes, inspirándose en una historia real, pero no logra evitar una monotonía narrativa que afecta el ritmo del filme, llevándolo por caminos más predecibles.
A ratos parece que Crialese organiza "L’immensità" alrededor de la estupenda interpretación de Penélope Cruz. Cuando ella no está en el centro de la historia, "L’immensità" se siente menos impactante.
¿Por qué parece que no se adentra en los misterios del deseo femenino o en la relación entre arte y perversión? ¿Cuál es la intención de Guadagnino al dirigirla, además de intentar corregir al maestro Argento?
La grandeza casi gótica de su interpretación dignifica a un thriller de secuestros dirigido con la acostumbrada profesionalidad de Ridley Scott, aunque las escenas llenas de tensión se combinan con algunos patinazos singulares.
Black muestra un cierto don para el gag visual a lo Blake Edwards. Sin embargo, y a pesar del descubrimiento de Gosling como nuevo Peter Sellers, la película nunca avanza con la fluidez que se le supone.
Se aleja de los repetitivos estribillos del biopic musical habitual para honrar el estilo mestizo, combinando dosis de improvisación y técnica que caracterizaron la carrera del compositor.
Lo más interesante es el modo en que transforma la guerra en una caza humana, en una odisea individual. Quien no conozca los detalles de la contienda puede sentirse un tanto desorientado.
Los que esperaban respuestas al misterio del asesinato no encontrarán lo que buscaban, pero sí disfrutarán de la mejor película de Ferrara en muchos años.
Este crítico piensa que [Russell] está sobrevalorado, pero al menos en «La gran estafa americana» sabe extraer oro puro de sus actores, saca fuerza de una fluidez narrativa que compensa sus altibajos y su acusada tendencia a la histeria y entretiene al más reacio.
Fracasa por completo a la hora de abordar los vínculos entre lo personal, lo creativo y lo empresarial. Aunque «jOBS» intenta revelar el lado hostil de su biografiado, la película se siente más como un extenso anuncio que celebra las virtudes de Apple.
La superficialidad de 'El Skylab' está tan asumida por su propio concepto, es una película tan humilde en sus pretensiones, que resulta inevitable que caiga simpática.
No encontrarán aquí un análisis riguroso de la figura política de Thatcher, sino un encendido elogio de su empeño por destacar en un mundo de hombres. Solo la interpretación de Meryl Streep compensa de alguna manera el precio que cuesta la entrada.
Da la impresión de que el director no confía en su propuesta, muy singular, hasta las últimas consecuencias. Lo que queda es una película que quiere ser demasiadas cosas al mismo tiempo.
Este crítico no logra apreciar la exactitud con la que McQueen ha desarrollado esa lista de éxitos que resuenan con fuerza. Sin embargo, se siente como si uno se adentrara en una verdadera sinfonía de ritmo hipnótico.
A Alejandra Márquez Abella le interesa más el desarrollo dramático de los personajes que la creación de una atmósfera de declive, que se manifiesta de manera natural a través de la trama.
No" apuesta por la forma de un ágil thriller político, no demasiado lejos del mejor Costa-Gavras, que quiere descubrir al mundo que la derrota de Pinochet fue la consecuencia directa de una guerra entre jefes de marketing.
Resulta tan tediosa como «Election», aunque carece por completo de la elegancia del estilo de Johnnie To y de sus bruscos e impagables brotes de violencia. Aquí, ni la violencia sabe a peligro.