Streep ofrece una actuación impecable, pero la película realmente decepciona. Aunque hay momentos bien logrados, las interacciones no musicales, ya sea en busca de risas o emociones, frecuentemente se sienten superficiales y forzadas.
Es fácil de ver, parece estar embelesada con la cultura pop y tiene algunos detalles fascinantes. Pero todos esos elementos —a ratos extraños, estimulantes y conmovedores— sólo se acumulan sin lograr crear una sensación mágica.
Una exploración cercana y vibrante de una subcultura del entretenimiento mediante las vivencias de un cuarteto elegido con cuidado. Es un brillante y enérgico ejemplo de vitalidad.
El terror y la belleza a menudo coexisten en la pantalla. En 'Fever Dream', la unión de estos elementos es profunda y perturbadora, alimentada por una sensación angustiante de urgencia.
Una fusión explosiva de historia criminal, estudio de personajes y misterio existencial, un relato de celebración y lamento, y que anuncia la llegada de una cineasta talentosa y aventurera.
A pesar de contar con Antonio Banderas y un elenco de actores reconocidos, la película se queda en un simple ejercicio de estilo, careciendo de profundidad y contenido.
A pesar de plantear cuestiones sobre moralidad, mortalidad y política, la película se siente vacía en su núcleo. La inclusión de Pearce evoca su icónico rol en 'Memento', un clásico del subgénero que explora memorias atormentadas.
Con un toque de humor travieso y una profunda melancolía, plantea la interrogante sobre el deseo de ver nuestras fantasías cumplidas y las consecuencias de enamorarse.
La película inicia con una gran promesa, pero pronto se desvía de cualquier comentario relevante, priorizando en cambio una acción constante, violencia extrema y un melodrama que resulta confuso.
Podría haber sido más esbelta y maliciosa, pero el objetivo de esta superheroína resulta verdadero. Wonder Woman rompe los moldes del género. Ella es buena de corazón, no ansiosa. Un cambio de aires bienvenido.