La inmediatez con la que se da testimonio de la injusticia resulta impactante y emotiva, al igual que las imágenes que retratan la alegría en medio de los olivos ardiendo.
Un informe remarcable desde la primera línea. El trabajo de cámara y el montaje son extraordinarios por su inmediatez y su sensibilidad hacia el caos, el agotamiento y la resiliencia.
La habilidad de la dirección de Mann y la conexión entre Chris Hemsworth y Tang Wei elevan los aspectos más comunes y a veces poco atractivos de la trama.
El director Michael Berry, en su primera película, presenta una obra de serie B que, si bien no profundiza en los conflictos, logra mantener un nivel de respeto en su narrativa.
No es sencillo de asimilar, ya que presenta una narrativa austera que desafía la paciencia. Se trata de un thriller escaso en trama y que deja muchas preguntas sin respuesta; resulta realmente inquietante.
Bette Gordon aborda temas de criminalidad, responsabilidad y redención en 'The Drowning', mostrando una gran comprensión de los personajes y su entorno. Sin embargo, hay que mencionar que hay ciertos aspectos del guion que quedan sin resolver.
Una obra poco memorable que ofrece algunas predecibles pinceladas románticas y relacionadas con el sector inmobiliario, todo mezclado en una receta bien definida.
La historia fluye entre los dos personajes principales de manera dinámica, dándose el tiempo necesario para mostrar lo que los une, lo que les permite jugar, ocultar sus verdaderas intenciones y mostrar su talento actoral.
Falco, siempre comprometida, presenta una propuesta arriesgada. A lo largo de la película, tanto ella como la trama evitan llegar a una conclusión definitiva, lo que puede generar incertidumbre.