Una comedia estridente y repleta de mensajes, tan mala que podría poner fin a la hipócrita debilidad de Hollywood por presentar a hombres travestidos como símbolos de sus supuestas actitudes sexuales liberales.
Con tanta destreza verbal e innovación visual, que no puedes absorberla a menos que tengas todo tu ingenio contigo. E incluso así, puede que quieras verla otra vez para disfrutar de su sutil humor y su cálida humanidad.
La atenta y profunda interpretación de la Sra. Chastain ayuda a mantener la película en equilibrio, pero no es suficiente para evitar que 'The Zookeeper's Wife' parezca como una versión Disney del Holocausto.
Un fascinante pero laberíntico documental sobre la aniquilación de la población de abejas del mundo, a causa del fenómeno conocido como desorden de colapso de la colonia.
Un film sentimental pero apasionante que no tiene ningún problema en tocar nuestras emociones. Transmite una sensación íntima de la vida del pingüino emperador.
Una versión cutremente entretenida de 'Tiburón' con reptiles, ambientada en el corazón de la selva amazónica. La actuación de Jon Voight es más aterradora que cualquiera de las criaturas.
No cae en la cursilería ni en los misticismos extraños gracias a la perspectiva firmemente humana del director. Las actuaciones son tan discretas y espontáneas que parecen sacadas de un documental.
Mary Lambert, que dirigió la original 'Pet Sematary', ha vuelto para la secuela, que, como su precursora, es mucho mejor en efectos especiales que en crear personajes o contar una historia coherente.
Una película de fascinante belleza visual, Dash se presenta como una cineasta sorprendentemente única. Su enfoque creativo y su estilo narrativo distintivo la distinguen en un panorama cinematográfico saturado.
La película, al igual que su tema, se niega a despertar melodrama innecesario. Hay muchos pequeños conflictos y componentes psicológicos, pero lo más cercano a un tema narrativo es el efecto que Andrée tiene sobre la familia Renoir.
Una batalla legal sobre la lucha de un propietario de arte no es el tema más apasionante para un drama. Además, el guión no logra desarrollar este conflicto de una manera que resulte cautivadora.
Good es una anémica adaptación a la gran pantalla de la obra de C. P. Taylor. Mortensen es un error de casting y está ineptamente dirigido por Vicente Amorim.