Gilliam combina de manera excepcional el terror y la comedia, logrando una obra brillante; sin embargo, las inconsistencias en la trama le restan credibilidad y la convierten en un mero entretenimiento.
La fascinante primera hora está repleta de matices intrigantes y una sensación de inquietud. Sin embargo, el desenlace resulta decepcionante y te arrepentirás de haberte dejado envolver por la historia.
Rápidamente adquiere importancia, profundidad y sofisticación que la vuelven comparable a las obras de Shakespeare. Sin duda, se trata de una obra excepcional.
Shyamalan explora conceptos políticos, pero los ahoga en una narrativa ilógica. Sin embargo, la actuación de la talentosa Bryce Dallas Howard brilla notablemente.
Visualmente, es una obra maestra; la caracterización de los personajes brilla, especialmente la de los villanos, que son muy bien trazados. Las escenas de acción, aunque sutiles, proporcionan una gran dosis de satisfacción.
La versión de Bakshi, que combina animación y acción en vivo, destaca por su calidad constante, manteniéndose fiel al texto original y reflejando visualmente varios de los diseños creados por Tolkien.
El guión de Reiner es ingeniosamente creativo, y los efectos visuales son inteligentes, lo que evita caer en clichés. Esto la convierte en una de las comedias más entretenidas que se han realizado sobre la industria musical.
Una gran decepción. El encanto, la caracterización y el buen humor que hicieron que películas como 'Pinocchio' y 'Jungle Book' fueran tan disfrutables, están ausentes.
Esta obra sorprendente y apocalíptica a veces resulta demasiado extensa, pero se desarrolla hacia un clímax poderoso y rítmico de descomposición y retirada.
Es una oportunidad para ver a dos actores consumados entrar en una guerra verbal sutil, pero hay bastante tiempo en el que están separados por el teléfono o por la trama y las escenas de acción.