Sus tres historias simplemente no conectan y los esfuerzos por unirlas nunca funcionan. Sin embargo, una excelente lista de talentos lo hace lo mejor que puede.
Las abejas asesinas interrumpen periódicamente la arcaica escritura, la rebuscada dirección y la ridícula actuación en este decepcionante y cansado no-thriller de Irwin Allen.
El empático trabajo de Berri con su pequeño reparto, y su sumisión a la historia y los diálogos de Pagnol son factores clave en el robusto atractivo dramático de la película
Vincent Price, como Phibes, realiza una de sus impagables interpretaciones teatrales, y Quarry es un rival adecuadamente despiadado que casi iguala a Phibes en conocimientos y astucia.
A pesar de la interpretación abierta y alerta de Dean, Billy se queda como un testigo opaco de los acontecimientos que se desarrollan en sus narices. La interpretación de Hoffman también es problemática.
Un homenaje amoroso y reflexivo hacia la ciudad natal del propio director al espectador le puede parecer que su sutil enfoque naturalista le quita empuje dramático