Una película de acción con un divertido truco, protagonizada por Rutger Hauer, como un aparentemente invencible veterano ciego de Vietnam que blande una espada samurái con consumada habilidad.
Un incómodo equilibrio entre convenciones de género y parodia sofisticada. Sus sustos son de primera clase, pero su subyacente tono burlón no gustará a los fans más acérrimos.
A pesar de algunas grandes debilidades estructurales, la combinación, astutamente manipulada, de misterio, gore y sexo fetichista se suma a un hábil envoltorio comercial.
Con un tema importante sobre la naturaleza de la culpa y la promesa de una provocadora batalla de ingenio, se trata de un largometraje interesante que deja que la tensión flojee, aquejado de una inflación galopante.
La actuación de Tom Courtenay y la dirección creativa de Tony Richardson, aunque en ocasiones algo excesiva, junto a la impactante fotografía de Walter Lassally, convierten esta película en una experiencia que merece ser vista.
Decepcionará incluso a los trekkies más acérrimos. Después del delicioso debut como director de Nimoy en 'Star Trek IV', el poco prometedor debut de William Shatner es un doble bajón.
Nick Castle y el guionista Jonathan Betuel han hecho algo tan sencillo que resulta casi asombroso: han tomado una historia muy humana y la han acentuado con efectos especiales de ciencia-ficción, en lugar de al revés.
Un recuento revisionista, inteligente y de primera categoría de la famosa historia del motín contra el capitán Bligh. Se distingue particularmente por una interpretación humana y sensacional de Anthony Hopkins.
Eficaz pero bastante insípida. Es posible que dentro de esta resbaladiza pieza de ingeniería haya una sátira genuinamente mordaz de la codicia humana luchando por salir, pero nunca llega a salir a la superficie.
La dirección de Jack Smight cuenta con un ritmo dinámico que revela la confianza de un cineasta consciente de que su trama podría desmoronarse si no avanza con rapidez.
Es como ver la MTV durante 96 minutos. Al menos hace justicia a su título, ofreciendo una antología de números de baile extraordinariamente llamativos.