Una fábula fronteriza maravillosamente incoherente y repleta de incidentes extraordinarios, encuentros asombrosos, personajes nobles y recompensas virtuosas.
Las películas no se comportan como las personas; aunque sean agradables y decentes, pueden no ser estimulantes. Este tipo de películas tienden a resultar agotadoras.
La película muestra una buena dosis de inteligencia, aunque esta se utiliza para expresar un sentimentalismo que puede resultar agotador para la mente.
Parece que [Adidge & Abel] se sintieron intimidados por la grandeza de su invitado. La cámara no logra captar ningún instante genuinamente personal, y al acercarse, solo muestra la exaltación de un ideal, similar a las fotos oficiales de un Presidente o un Papa.
Bergman se presenta de manera más enigmática, fascinante y contradictoria que en cualquier otro momento, mientras su enfoque cinematográfico alcanza una claridad, precisión y equilibrio sin precedentes.
Cheech Marin y Tommy Chong parecen haber agotado su creatividad, ya que en su última película solo logran ofrecer fragmentos de los personajes y las rutinas humorísticas que les trajeron fama en el pasado.
'Cross of Iron' es la obra menos cautivadora y personal de Peckinpah en mucho tiempo, con una dirección histérica y sin actuaciones destacables a lo largo de toda la película.