¿Estamos ante un mundo post-apocalíptico? ¿O quizás en una realidad alterna? Esta miniserie puede recordar a un capítulo interesante de 'The Twilight Zone' extendido más de lo necesario.
El trasfondo resulta ser más cautivador que los inconvenientes en los primeros momentos de la trama, y los aficionados a las criaturas fantásticas disfrutarán al máximo la oportunidad de capturar imágenes congeladas.
Ameno sinsentido que no acaba de lograr recapturar la magia de la original. Aun así, hay buenos momentos y Willis pisa terreno sólido como el icónico McClane.
'Paris, Texas' se destaca como una de las grandes películas estadounidenses, bajo la dirección de un realizador alemán. Su narrativa es enigmática y cautivadora, ofreciendo una mirada única a la cultura y la identidad en el país.
A pesar de haber perdido parte de su frescura y contener elementos que se sienten obsoletos, el concepto principal continúa siendo cautivador y estimulante.
Desafortunadamente, la historia de amor resulta poco creíble y el giro en la trama es tan predecible que es complicado sentir empatía por lo que les ocurra a los personajes.
Beck elimina la energía vibrante de Castle, presentando un guion deficiente repleto de explicaciones inverosímiles, un diseño de sonido lamentable y actuaciones subóptimas.
Como placer culpable, es tan bueno como tres ponches de ron una tarde calurosa en un chiringuito playero. No te hará ningún bien, pero es muy entretenida.
El guion se destaca por su calidad excepcional, mostrando una admirable resistencia a acomodarse en terrenos seguros, lo que es digno de reconocimiento.
Tiene buena acción y Christopher Reeve lleva el doble papel con verdadera autoridad, pero tiene una extravagancia que no cuadra bien con el mito de Superman.
Una vez que Drácula comienza su viaje, el guion no le ofrece mucho desarrollo, pero las interpretaciones vibrantes de Shelley y Kier, como el monje que toma el lugar de Van Helsing, destacan.