Es una chorrada entretenida que complementa perfectamente una noche de palomitas y diversión con amigos. Se siente como un 'déja vu' sangriento; no aporta nada nuevo, pero logra ser divertido.
Pierde el factor sorpresa, quedando como un título de acción y humor respetable. Tiene una mirada kitsch y frenética hacia un género que parece estar en vías de extinción.
La película, en suma, quiere que lo pasemos mal (es decir, bien), y lo consigue a poco que nos dejemos el cinismo en la puerta del cine. Disfrutable terror de serie B sin pretensiones ni cinismo.
Es un cuento de acción y aventuras. Y uno bastante bueno, al menos para quien escribe esto. La prodigalidad de detalles, tanto en la narrativa como en la animación, son notables.
Entre entrevistas mal formuladas y recursos de docudrama que confunden el mensaje, la película no logra aprovechar su potencial para abordar el tema de manera clara. Las divagaciones serán percibidas solo por aquellos que ya estén familiarizados con el asunto.
Se queda en tierra de nadie, basculando entre el dramón emotivo, la comedia fina (el protagonista tenía que apellidarse Foucault, claro) y el retrato social sin decantarse por ninguna de esas facetas.
Recuerda al Tim Burton de 'Eduardo Manostijeras'. Sin embargo, se extraña un mayor esfuerzo en la puesta en escena y, sobre todo, una dosis de ironía más contundente en los chistes.
Una intriga con giros inesperados, quedándose a medio gas debido a su falta de riesgo formal. Que decida cada cual si las buenas interpretaciones compensan lo anterior.
Puede satisfacer a quienes se deleiten en las historias de superación personal y triunfo desde lo más bajo. Para este crítico, es ver un relato así y recordar lo buena que es 'La soledad del corredor de fondo'.
El conjunto carece de energía y lenguaje soez, mientras que se esfuerza por dar un tratamiento digno, aunque no del todo, a ese rey interpretado por un entrañable Peter Van den Begin.
El guion se presenta como deslavazado, y sus referencias a una virilidad arcaica resultan poco originales. Esta entrega carece de profundidad, ni logra ser inquietante ni memorable.
No funciona como película de acción. Sin embargo, como comedia burlesca, es inigualable. El mayor atractivo radica en la actuación de un Tom Hardy que sobreactúa con un regocijo casi obsceno.
Es tan mediocre que ni siquiera Melissa McCarthy logra aportarle energía. La cinta presenta una premisa que se desgasta rápidamente en la primera media hora.
La reconciliación con el periodismo más crudo es palpable en esta obra. Se siente como un viaje similar a 'Apocalypse Now' y también se conecta con 'El año que vivimos peligrosamente'. El tramo final busca sacudirnos profundamente, dejándonos con la mente completamente abrumada.
Jason Statham aporta su carisma a un thriller convencional, logrando que la película mantenga el interés del espectador. Aunque la historia es predecible, logra ofrecer momentos entretenidos.
Después de el caos y la emoción inicial, me tomo un momento para reflexionar y reconozco que he visto una película verdaderamente interesante, incluso para quienes no son expertos en el tema.
Llena de conspiraciones nazis, este debut de Lupin III en formato digital presenta una aventura sumamente entretenida, repleta de violencia paródica que recuerda la esencia de 'En busca del arca perdida'.