Poster de Miamor perdido

Críticas Miamor perdido (2018)

Mario y Olivia se enamoran intensamente. Un día, al cuestionarse que toda relación tiene un final, caen en una pelea y deciden separarse. Durante el conflicto, Miamor, el gato callejero que adoptaron y que solo responde si le hablan en valenciano, se escapa y desaparece, al igual que el amor que compartían. Olivia cree que ha perdido tanto a Miamor como a su amor, mientras que Mario lo oculta y lo mantiene vivo en secreto. Similar al gato de Schrödinger, el amor entre ellos se encuentra a la vez presente y ausente, hasta que un día parece resucitar. Sin embargo, Olivia se siente engañada y decide declarar la guerra a Mario en una lucha en la que, como en su amor aún latente, todo está permitido.

Oti Rodríguez Marchante Diario ABC

Los temas que aborda la trama se manejan con gran ligereza, haciendo que la experiencia sea justo lo que se busca o se teme. Intentar buscar algo más que diversión sería como querer ser vegetariano en un asador.

Alberto Luchini Diario El Mundo

La película comienza de manera explosiva, pero tras el primer tercio pierde su impulso. Es notable cómo Martínez-Lázaro logra exprimir el potencial de los personajes secundarios, quienes ofrecen los momentos más memorables.

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