Poster de No llores por mí, Inglaterra

Críticas No llores por mí, Inglaterra (2018)

En 1806, los ingleses invaden Buenos Aires, que hasta entonces estaba bajo el control de la Monarquía Española. El General Beresford, para mantener a la población distraída, introduce el fútbol como un entretenimiento mientras espera refuerzos desde Inglaterra. Bajo la dirección de su dominante madre, busca utilizar el deporte para desviar la atención. Manolete, un empresario en ruinas, organiza un emocionante partido entre dos barrios rivales, "Embocadura" y "La Rivera". Aunque el evento se convierte en una batalla campal, Beresford necesita que los criollos se mantengan distraídos, por lo que ofrece a Manolete un gran espectáculo: Criollos contra Ingleses en la Plaza de Toros, mientras se acerca la resistencia liderada por Liniers para recuperar la ciudad.

Juan Pablo Cinelli Diario Página 12

Un humor que no logra profundizar. Lo mismo sucede con muchas subtramas que, a pesar de su cuidada ambientación, sufren por una falta de desarrollo debido a la preferencia por los chistes rápidos.

Paraná Sendrós Diario Ámbito Financiero

Maestras y profesores deberían mostrar esta película a sus alumnos, ya que aprender de forma entretenida es la mejor manera.

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