El gran documentalista estadounidense, monstruo sagrado en su campo, descubre la totalidad y los detalles de esa deslumbrante fábrica de arte que es el Ballet de La Opera de París.
Ya en el prólogo Implosión muestra su voluntad de ir más allá del mero registro documental. (...) Todo es ríspido, acelerado, tenso y de puños apretados en 'Implosión'.
La narración convierte a los terroristas en auténticos monstruos humanos, auténticas máquinas de matar que no se detienen ante nada para cumplir su propósito. Además, una de las decisiones del modelo de Greengrass es que anula la personalidad individual.
Esa es justamente la limitación de 'Lo imposible', la de limitarse a la experiencia. Como el propio tsunami, 'Lo imposible' arrolla durante un tiempo limitado, y luego desaparece para siempre. O hasta el próximo tsunami.
Puro savoir faire, el de Scott es un arte del manejo, con la isla de edición como palanca de cambios y la coordinación, sincronización y belleza kinética como mottos perpetuos.
Más allá del posible mal olor del asunto –olor que el costado escabroso no hace más que intensificar–, no hay duda de que la película de Färberböck (...) logra transmitir de modo convincente el apocalipsis que toda guerra representa.
El cineasta italiano reúne a los miembros de su familia que sobrevivieron para explorar un hecho trágico, logrando un resultado tan revelador y doloroso como una terapia grupal en estado puro.
Varda explora su obra no de manera cronológica, sino a través de conexiones que parecen aleatorias. Esta técnica le proporciona una sensación de espontaneidad, aunque en realidad está claramente estructurada.
Revelador documental, una biografía en fragmentos construida a partir de testimonios de colegas, discípulos, mannequins, ex colaboradores y albaceas, todos ellos admiradores. Este enfoque puede dar lugar a un carácter uniformemente eulógico.
Elaborado esencialmente a partir del riquísimo archivo familiar, el film de Rosenfeld será, de aquí en más, de consulta obligada para melómanos, historiadores del tango y, por supuesto, todo aquel interesado en la música popular argentina. Y la culta también.
La opera prima de Steve Loveridge es un vasto collage de la compleja personalidad (o personalidades) de Matangi, personaje multifacético y provocador como pocos.
¿Cómo filmar a un loco que también era un genio? La película protagonizada por Willem Dafoe se plantea este interrogante, pero no logra ofrecer una respuesta clara.
A lo largo de casi dos horas, la historia avanza con fluidez, sin interrupciones y transmitiendo la impresión de que se está relatando lo más relevante.
Esa habilidad de darle a cada público lo que cada público quiere ver denota la astucia del realizador, pero también le pone límites a tan calculada maniobra.
La conexión entre el joven que hace un siglo se convirtió en un símbolo de la lucha contra la represión policial y los adolescentes de hoy se presenta como el eje central de este documental, el cual se inspira en los estudios realizados por Osvaldo Bayer sobre Simón Radowitzky.
Si un punto débil tiene 'Beatriz Portinari', es el mismo de tantos documentales sobre grandes personajes: da la impresión de que la dirección queda en manos del absorbente protagonista, antes que de los asombrados realizadores.
Magnífico documental. En la última parte aparece Olivia Arias. En líneas generales, su testimonio tiene un estilo “vida de santos”. Ese carácter algo oficialista del documental afecta otros testimonios y sin duda resalta la zona más incómoda de 'Living in the Material World'.
Aunque no logra convertirse en el gran documental que podría ser, la película donde el hijo de Pablo Escobar narra el pasado y su inesperado acercamiento con los hijos de las víctimas del narcotraficante presenta momentos de gran relevancia.
La distancia desde la que está narrada afecta a 'Los hipócritas', haciendo que ni las familias de los novios resulten suficientemente repulsivas, ni el héroe suficientemente empático, ni el secreto que intenta ocultarse demasiado peligroso.