Hou practica por primera vez el movido género del wuxia, y lo hace sin emplear demasiados cortes, sobre todo en las secuencias de acción. El resultado es un espectáculo bello y vistoso, pero incomprensible.
El asunto funciona, pero se antoja demasiado convencional. Algo más se esperaba de Szifron que un thriller como los que la industria hollywoodense produce por docenas.
En un formato que suele abundar en el amarillismo, 'La dama del silencio' es un documental riguroso y, en especial, respetuoso con las víctimas y sus allegados.
'Life' nuevamente evidencia la parálisis del espíritu creativo en Hollywood. La correcta realización y los efectos especiales convincentes son aspectos secundarios. Hace años que ya se estrenó una película similar, aunque con un enfoque más innovador.
Confusa en sus secuencias de acción, 'Interestelar' no es la gran ópera espacial que los fanboys esperaban, sino una demostración elocuente de los puntos débiles de Christopher Nolan como cineasta.
'The Strain' se presenta como un intrigante cruce entre el horror gótico y el popular género de los procedimientos policiacos y científicos. Del Toro refuerza los elementos característicos de su estilo, manteniendo una notable vena de humor negro a lo largo de las acciones.
Es una decepción tras el gran logro de 'Las niñas bien'. El tono y el ritmo narrativo no son apropiados, y se desvían aún más cuando se introducen elementos dramáticos.
Es mérito de Haynes y su fotógrafo Edward Lachman el comunicarnos una especie de pesimismo subyacente en dicha atmósfera. Una gran virtud de la película es la forma interesante como Haynes ha resuelto las farragosas partes expositivas de la investigación.
De manera inteligente, Greengrass resume el ataque en los primeros 40 minutos. El resto de las dos horas y pico de duración las dedica a contrastar con sobriedad el proceso legal al que se somete al terrorista tras su captura.
Tratándose de un director tan desigual como Green, sorprenden la mesura y honestidad con la que retrata la difícil vida cotidiana de su personaje, aun en sus momentos más íntimos.
Con la grandilocuencia explícita desde el título, Parker hace todo lo posible por hacer de su película un evento. El realizador no titubea en ser maniqueo, lo que resta profundidad al relato. Al final, la obra no logra ser incendiaria ni trascendente.
G. Iñárritu se ha consolidado como un autor aclamado, cuyas obras se han convertido en verdaderos eventos esperados por los cinéfilos. Su estilo distintivo y la profundidad de sus narrativas generan una gran anticipación en cada nuevo estreno. El resultado de su labor justifica todas las expectativas generadas.
Pocos documentales han logrado resumir con tal certeza las virtudes y defectos de una personalidad entrañable que, en este caso, se niega, a pesar del tiempo, a sentirse en el ocaso.
Lo que preocupa a ambos cineastas de manera insistente es cómo fue determinante la influencia del padre Earl Woods en moldear el talento de su hijo para el golf, así como para que heredara sus defectos.
Aprovechando que desde 1991 nuevos archivos han sido desclasificados, el realizador abunda en datos sobre cómo se escamotearon documentos y testimonios fundamentales. Stone comprueba también que se pasa de ingenuo.