Es una película emocionante. Cada nueva secuencia es un descubrimiento que, desde las sombras, revela profundidades, advierte sobre peligros y sugiere la posibilidad de un nuevo camino.
Cálida, triste y resplandeciente. Intensa, emocional y profundamente ética. Eso y nada más es 'Armageddon Time', la crónica del momento exacto en que un cierto mundo llegó a su fin y del que surgió el que ahora pisamos.
La explosión de libertad sin reglas, géneros ni banderas que intenta ser y lo logra. Hay películas que trascienden la pantalla. 'Rainbow' es una de ellas, y su esencia no se observa, se baila.
La magia de Hosoda se presenta al espectador sin filtros, ofreciendo una película inquietante en su desequilibrio y transparente en su exceso. Es una experiencia pura y contradictoria, reflejando la esencia de Hosoda.
Obra maestra de la repetición. Spielberg reproduce meticulosamente la película de Robert Wise de 1960, logrando una obra que es idéntica y a la vez completamente distinta. Es una experiencia que permite redescubrirlo todo como si se viera por primera vez.
Clara Roquet sorprende con una brillante y dolida lectura de la condición del privilegio. Es en su capacidad para presentarse de manera auténtica y sin artificios donde destaca notablemente. Un deslumbrante debut.
Un prodigio de la cinematografía, es una película que, a pesar de sus pequeñas imperfecciones, se siente vibrante y auténtica. Y eso, créanme, es algo que rara vez se observa.
Un cine elíptico y rocoso que navega entre climas, sensaciones y estados de ánimo. Funciona con una claridad inusual en cada una de las sombras que presenta.
No parece una serie, sino un profundo y meticuloso ejercicio cinematográfico que deja una huella duradera. Su intensidad abruma y a la vez genera entusiasmo en igual medida.
Para el final, la emoción. 'Educación' no es la pieza más pulida, pero sí la más tumultuosa y voraz, quizás imprescindible. Más que brillante, el cierre de 'Small Axe' se acerca a una de las perfecciones más imperfectas y gloriosas.
Soberbio viaje a través de un drama naturalista, melancólico y crudo sobre la adolescencia acosada. Hittman logra crear una sinfonía profunda y única del dolor, que resonará en el espectador.
La película avanza de manera opresiva y precisa dentro de la cabeza de ese adolescente. La única recriminación posible se refiere al desenlace, que deja algo que desear. Es una obra tan pulcra como menor.
La directora Alma Har'el logra que realmente nos importe el sufrimiento de este hombre. Su trabajo se presenta como una autopsia trágica y desesperanzada, donde el actor expone sus vivencias de manera estridente.