La película presenta una impresionante cantidad de material de archivo que revela una dualidad fascinante: por un lado está Diego, y por el otro, Maradona, una figura mediática que despierta tanto admiración como rechazo.
El enfoque en estas interacciones provoca que el documental se perciba como una ocasión desperdiciada, dejando de lado la reflexión sobre el proceso de edición de las fotos y el impacto emocional que estas tienen tanto en Colorado como en los retratados.
Acá el arte actúa como un apoyo en ese profundo cuestionamiento existencial que llevó a su cambio de género y que continúa resonando en diversos aspectos, desde los más pequeños hasta los más grandes.
La película revela la profunda y desafiante discriminación que enfrentan las mujeres, junto con la locura de padres que imponen sus sueños a sus hijos. Todo esto se complementa con una música pegajosa y rítmica que intensifica la emoción de la historia.
Es un retrato extenso el que ofrece este filme y, quizás por eso mismo, tiende un poco a lo difuso y genérico, como una recopilación de grandes éxitos guiados por la impersonalidad de los listados de ventas.
Parte de la extrañeza de 'Joy' radica en que se presenta como una fantasía infantil, una narrativa que aborda el descubrimiento gradual de poderes ocultos.
Al final, 'Buscando a Sugar Man' deja una sensación de profunda nostalgia; nos lleva de vuelta a una época no tan lejana donde la globalización no tenía la magnitud del presente.
El tono de la película se aleja tanto de la comedia como de la tragedia, lo cual podría considerarse uno de sus grandes logros. En manos menos hábiles, esto habría resultado en una crítica superficial de un estilo de vida extraño y desfasado para la actualidad.
La versión de la brujería aquí es bastante limitada, careciendo de un contacto con otras energías o de un examen profundo sobre la existencia. La trama se centra en las emociones presentes durante la cacería de las brujas.
Alternando entre situaciones cotidianas y horrores inminentes, la obra transmite la angustiante incertidumbre de una vida en la que el encuentro con un policía provoca más desasosiego que calma.
Este reencauche de la película de vaqueros de 1960, que a su vez se inspira en un clásico de Kurosawa, malgasta un elenco carismático para ofrecer una oda superficial al poder paramilitar.