Poster de Death Race: La carrera de la muerte

Críticas Death Race: La carrera de la muerte (2008)

En un futuro cercano, una prisión abarrotada de reclusos inspira a los guardias a idear un deporte cruel y lucrativo. Con un público global ansioso por la violencia en pantalla, surge la DEATH RACE. Jensen Ames (Jason Statham), un antiguo campeón de velocidad, es incriminado por un crimen que no cometió. La directora de Terminal Island (Joan Allen) le da dos opciones: luchar como el famoso 'Frankenstein' o pudrirse tras las rejas. Enfrentándose a los criminales más peligrosos del país y armado con un coche letal, Ames deberá sobrevivir los tres días más horribles de su vida para ganar su libertad.

José Manuel Cuéllar Diario ABC

Coches, ruido, balas mordidas y una mujer cañón. Una verdadera exhibición de espectacularidad.

Richard Corliss Time

Aunque la película no es digna de figurar en la lista de las 10 favoritas de ningún crítico, cumple con los estándares básicos de los filmes de acción actuales. En otras palabras, resulta más ingeniosa, sus diálogos son más agudos y tiene un ritmo más vertiginoso que muchas otras películas en el mercado.

Roger Ebert rogerebert.com

Es un ataque a los sentidos, incluyendo el sentido común. Saliendo de la sala, tenía la impresión de haber visto el videojuego, y todavía estar a la espera de ver la película.

Lisa Schwarzbaum Entertainment Weekly

Sexo ligero e inyecciones raciales han reemplazado a los -más atrevidos- aspectos políticos de la original, un rudimentario clásico de la factoría Corman.

Chris Hewitt Empire

No es más que un entretenido y absurdo filme de acción 'macho' de serie B, pero es la mejor obra de Anderson desde la injustamente poco valorada 'Event Horizon'.

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