Poster de Desmontando un elefante

Críticas Desmontando un elefante (2024)

Marga (Emma Suárez), una arquitecta de éxito, regresa a casa tras pasar dos meses en un centro de rehabilitación por una adicción que su familia ha soportado en silencio durante años. Al regresar, Marga intentará reconstruir su vida previa, mientras su hija menor, Blanca (Natalia de Molina), se da cuenta de que la atención que dedica a su madre impacta negativamente en sus relaciones y en su sueño de convertirse en bailarina profesional. Un año después, «el elefante» sigue presente, pero ahora todos lo reconocen.

Carmen L. Lobo None

Lástima que la historia se nos antoje demasiado escasa, corta, los personajes (sobre todo, el del padre) poco desarrollados, y lo que prometía ser un drama mayúsculo se nos quede casi en una, aunque a veces vigorosa, anécdota.

Andrea G. Bermejo Cinemanía

Huye con éxito de clichés a través de un inteligente uso de la elipsis. La puesta en escena es sobria y contenida, al igual que las interpretaciones de Emma Suárez y Natalia de Molina, quienes ofrecen actuaciones soberbias.

Alfonso Rivera Cineuropa

Este cineasta ha optado por un enfoque frío, sereno y elegante, lo que marca una narrativa que se desarrolla principalmente en una imponente vivienda con grandes ventanales.

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