Críticas El club de los emperadores (2002)

Obviar sus similitudes con 'El club de los poetas muertos' es imposible. ¿Le quita esto méritos a una historia, en general, bien escrita, dirigida e interpretada? Pues sí. ¿Se los quita todos? No.

La película utiliza algunos incidentes intrigantes para realizar una exploración profunda del carácter, la moralidad y el destino.

El director Michael Hoffman intenta provocar lágrimas de manera manipuladora. Es mejor evitar esta película como si fuera una plaga.

La interpretación de Kevin Kline revela un profundo entendimiento del personaje, que a fin de cuentas, se destaca por encima de la mayoría de los profesores y hombres. Su historia nos atrapa, no por alcanzar la perfección, sino por su auténtico lamento por no serlo.

La película sostiene que la vida no es tan sencilla como el cine suele presentarla, pero no consigue retratar personajes con la profundidad necesaria para que esta afirmación se transforme en una reflexión profunda en lugar de un simple axioma.

Su narración se siente en todo momento manipuladora.