Críticas Regresión (2015)

Tratando de combinar la percepción de un drama sobre la histeria colectiva y el pobre trabajo de la policía con los escalofríos de un thriller, 'Regresión' se queda en tierra de nadie.

Oscura, inteligente y envolvente, pero arriesga poco. Resulta más interesante debajo de su pulida y ominosa fachada, donde explora con habilidad las complejas preocupaciones sobre los orígenes culturales de nuestros miedos. A ratos es inusual e innecesariamente explícita en sus imágenes.

Amenábar regresa a sus raíces. Aunque su estilo puede resultar excesivamente académico, logra mostrar su maestría en el arte cinematográfico. La trama, aunque simple y algo predecible, consigue captar nuestro interés y generar emoción.

Aunque Amenábar recurre a sus clichés más utilizados, logra hacernos experimentar la misma duda que atormenta al protagonista: ¿es el miedo real o simplemente algo que hemos creado en nuestra mente?

Los jueguitos con el recurso del sueño o pesadilla y la falsa realidad restan sustancia y credibilidad a la trama. Sin embargo, Hawke, presente en casi todas las escenas, aporta mucha energía. Es similar a lo que sucede en el fútbol: cuando la creatividad escasea, hay que seguir luchando.

Lo que produce en términos cinematográficos no es muy rico ni en tensión ni en suspenso. Y la película avanza de una manera cansina y rutinaria, oscura y sin mucho vuelo cinematográfico.