Críticas Élite (2018)

Abarrotada y sin sentido, la séptima temporada de Élite es una serie que hace tiempo ha perdido su calidad, presentándose en su peor momento.

Si te interesa este culebrón y disfrutas de la temática de adolescentes asesinos españoles, vale la pena verlo. Sin embargo, se hace un poco complicado conectar con las nuevas parejas, así como con las antiguas rivalidades y la amistad, lo que dificulta su éxito.

[Crítica 5ª temporada]: agota su fórmula. apuesta por el “todo vale” mientras sufre el desgaste de su propuesta, tramas y personajes

No es una serie mala en sí, pero en este momento parece que está avanzando sin rumbo claro.

[Crítica 5ª temporada]: Es amanerada, sexy y entretenida. En gran medida, es todo lo que esperas de ella y eso es lo que importa al final.

No le importa ahondar en el impacto que temas tan sustanciales como el clasismo, la religión o los prejuicios raciales tienen en los adolescentes, aunque lo haga de manera algo sofisticada.

Es sexy, lasciva y un poco ridícula, y precisamente por eso se convierte en una serie de televisión muy entretenida.

La serie ha demostrado ser más inteligente de lo que parece a simple vista. Llega a su mejor nivel al utilizar el instituto como un medio para examinar las divisiones de clase y cómo la sociedad marginaliza a sus individuos.

La serie suaviza sus giros argumentales exagerados con emociones humanas auténticas. 'Élite' podría ser el mejor drama escolar que se encuentra actualmente en la televisión.

Sabe exactamente lo que quiere ser y por eso ofrece una galería de personajes con caracter con los que los jóvenes suscriptores de Netflix podrán identificarse sin problemas.

Más que una convencional serie juvenil, esta producción ofrece una historia intrigante con una forma cautivadora de narrarla, además de aportar una perspectiva renovada al enfoque tradicional centrado en la vida escolar.