Críticas Reality (2012)

Una película que se acerca en el tono, en el estilo, en su tragicómico retrato de la existencia a aquellas perdurables comedias que alguna vez hizo el cine italiano.

Cuatro años después de sorprender al público con su historia sobre la mafia, 'Gomorra', Matteo Garrone regresa con una visión más estridente y superficial de la cultura italiana.

Compleja puesta al día de los postulados del neorrealismo para los tiempos de la devastación espiritual tras el paso de la videocracia berlusconiana.

Confirma la pericia de Garrone orquestando secuencias que basculan entre el realismo y la grotesca distorsión y que, en sus mejores momentos, evocan el cine de Fellini.

El director de 'Gomorra' cambia de género, pero no de profundidad y fiereza. (...) Pero lo interesante de 'Reality' es lo que refracta.

Rodada con unos colores vibrantes que resaltan el aspecto más kitsch de sus personajes, Garrone presenta dos perspectivas: una compasiva y otra burlona. Esta relación de amor-odio se intensifica a medida que el protagonista pierde el contacto con la realidad.

Un retrato impiadoso sobre el deslumbramiento por el éxito y la fama en tiempos de frivolidad e hipocresía berlusconianos.

Es una mirada llena de pena e ironía sobre las ilusiones y obsesiones de la gente que cree que ser un "famoso" debe sonar a gloria.