Críticas Sí, Dios mío, sí (2019)

No es necesario ser católico ni practicante para disfrutar de la película. La interpretación de Alice por parte de Dyer es cautivadora y, en general, la película resulta muy entretenida.

Una película dulce y honesta.

Una de las comedias más destacadas de este verano: simple pero segura de sí misma, y elevada por una magnífica Natalia Dyer.

Dyer brilla con luz propia en un papel complejo y generalmente muy divertido.

Una aventura dolorosamente honesta y entretenida a través de la creciente sexualidad de una adolescente.

Dyer deslumbra en su actuación, mientras que Maine la acompaña a través de la cámara, ofreciendo una perspectiva femenina que retrata las complejidades de las emociones adolescentes. Además, su guion tiene la complicidad de quien observa su propio yo en esa etapa.

Es una película off-Hollywood, en la que la sencillez expositiva y cierta dosis de atrevimiento establecen la diferencia con las pretensiones técnicas y la pacatería de la fábrica de sueños.

Funciona muy bien siempre dentro de los patrones formales del cine independiente norteamericano. Es una comedia, sí, pero no esperen situaciones hilarantes o grotescas.