Críticas Siempre juntos (Benzinho) (2018)

Un melodrama que irradia autenticidad y detalles cotidianos. Una historia de amor cálida y maravillosamente universal que resulta poco convencional a pesar de su naturaleza común.

Es la vida misma. El director brasileño lo captura con naturalidad y buen gusto, presentando un universo de gran trascendencia, pero expuesto con franqueza y simplicidad.

Pizzi se esconde con humildad tras la fuerza de un relato repleto de humanidad que oscila entre la euforia y la resignación, dejando un reguero de elocuentes imágenes inolvidables.

El retrato es atractivo y profundo en sus pasiones y matices. Este enfoque cromático y dramático, en un tono "suave", enriquece su integridad y autenticidad.

Plantea cuestiones complejas sobre las relaciones entre padres e hijos con asombrosa simplicidad y se erige en un seductor retrato del gozo y el dolor, así como de la comedia y la tragedia.

Este filme de Gustavo Pizzi logra combinar lo dicho sobre las familias en otras películas con una forma original de hacerlo.

Es una obra genuina con una interacción verosímil y empática entre todos los miembros de su elenco.

Un proyecto personal e íntimo del director y su protagonista, que logra ser atractivo para el público general por tratarse de una pieza bien estructurada cargada de emotividad.