Críticas Sin compromiso (2011)

Después de cargar con el peso dramático de 'Black Swan', no se puede culpar a Portman por elegir una comedia romántica. Sin embargo, desafortunadamente no pudo haber elegido un proyecto más convencional.

Su premisa resulta ser más provocadora que lo que finalmente se muestra en pantalla. A medida que la trama avanza, sentimos la impaciencia de los niños en el asiento trasero de un coche, preguntándonos: '¿Ya hemos llegado?'

La película peca de ser excesivamente políticamente correcta en su desarrollo y conclusión, a pesar de que su punto de partida es prometedor y original.

Todo luce flácido y desabrido, salvo la fogosidad de Kevin Kline, secundario de lujo, el salvavidas de la función.

Ivan Reitman, experto en esta clase de comedias, tropezó aquí con un guión que nunca se aparta de las situaciones simples.

Una anodina y predecible comedia romántica que ni el director de 'Los cazafantasmas' ni sus dos encantadores protagonistas pueden salvar.