Críticas Todo saldrá bien (2024)

Es un lugar silenciosamente estremecedor al que llega 'All Shall Be Well'

Unas sólidas interpretaciones y un inquebrantable sentido del lugar atraen al público hacia el retrato de una sociedad injusta y un alegato a favor de la igualdad de condiciones, por no hablar de hacer testamento.

La lección que imparte la delicada y desgarradora 'All Shall Be Well' es que hay que poner los asuntos en orden, sobre todo si uno no está oficialmente casado con su pareja.

Una de esas piezas cinematográficas que te hacen escuchar atentamente y, por extensión, mirar con atención.

Bellamente escrita e interpretada, se aprecia el agudo ojo de Yeung para la dinámica social, especialmente en lo que se refiere a cuestiones de riqueza y clase social que muchos prefieren eludir cuando se trata de la familia.

Un auténtico retrato de una realidad cruel. Es un drama reflexivo y ágil sobre los grandes desaires, el desequilibrio de clases y la homofobia rampante.

Un drama impactante de Ray Yeung que destaca la falta de derechos legales para las parejas del mismo sexo en Hong Kong.

La cuarta película de Yeung, centrada en una pareja de lesbianas en sus sesenta, presenta un enfoque más amplio y menos definido. A pesar de ello, la sensación de decepción que puede surgir es bastante sutil.