Críticas Prime Target (2025)

A los matemáticos les encantará. Y también a la gente como yo, que tenemos problemas para cuadrar nuestras chequeras.

Totalmente absurda y brillantemente divertida, la interpretación de Leo Woodall como un genio de las matemáticas perseguido por fuerzas oscuras es un glorioso y confiado entretenimiento.

Ofrece un nivel de desafío intelectual y complejidad estratégica, pero no lo hace tan complicado como para que un jugador ocasional se sienta abrumado y pierda el interés.

Se trata de una serie apasionante y misteriosa que en ocasiones pone a prueba la verosimilitud sin dejar de ser atractiva.

Ofrece un thriller conspirativo aceptable, pero se ve fatalmente lastrado por un protagonista horrible y unos diálogos plomizos.

Comienza con una idea intrigante que combina acertijos mentales con espionaje, pero se ve afectada por un ritmo inconsistente, una exposición redundante y un melodrama que limita su verdadero potencial.

Una acción aceptable, aunque sin gran impacto, y propone discusiones valiosas, aunque no sean especialmente originales.

En un mercado donde abundan los thrillers, esta serie no logra destacar en el panorama televisivo.

Nunca aburre del todo, y hay ciertos instantes tan absurdos que logran ser divertidos. Sin embargo, eso no la convierte en una miniserie que realmente valga la pena.

Incluso a quienes les fascinen las teorías algebraicas y los escenarios catastrofistas les parecerá una tarea pesada que no merece la pena completar.

La serie presenta una premisa intrigante relacionada con una perspectiva diferente sobre las matemáticas a lo largo de la historia, pero nunca logra cumplir con esa expectativa. No satisfacen ni el enfoque científico ni el entretenimiento inteligente.